En 1991 --fecha de los datos más antiguos del Ministerio de Agricultura-- únicamente había en España 346 productores de agricultura ecológica, que actuaban en 4.235 hectáreas. Apenas 50 industrias transformaban y sacaban al mercado estos productos.

Al cierre del 2005 el ´censo´ del ministerio recogía a más de 15.600 productores con una superficie de 807.500 hectáreas y más de 1.700 industrias transformadoras y comercializadoras.

Aunque aún es un sector en auge, hay que tener en cuenta que dentro de este ´sello´ se venden, entre otros productos, más de 54.000 reses de vacuno, 131.000 de ovino y 28.000 colmenas.

En cuanto a la producción agraria, el año pasado se plantaron en España más de 90.000 hectáreas ´ecológicas´ de cereales y leguminosas y de olivar, aunque las ´estrellas´ del sector fueron los bosques y recolecciones silvestres (con 184.000 hectáreas) y los pastos, praderas y forrajes (268.000).

Los productos ecológicos tienen una denominación de origen controlada y con una legislación europea. El control corresponde a las regiones.

En cuanto a las características que diferencian a este cultivo del resto, destaca que, a pesar de los riesgos reconocidos, los agricultores del sector no utilizan insecticidas ni herbicidas. Tampoco aplican los fertilizantes químicos convencionales. Por eso utilizan abonos orgánicos ecológicos y abonos minerales ecológicos.

Los agricultores ecológicos no usan semillas modificadas genéticamente ni plantas transgénicas. Por lo que se refiere a la rotación de cultivos, la consideran imprescindible para mantener la fertilidad de los suelos.

Según explican los productores, logran alimentos de mejor calidad, más nutritivos, más sanos y con mejor aroma.