Durante toda la jornada, el Clínico San Carlos fue un continuo ir y venir de miembros de la clase política hasta convertirse en segundo foco de atención tras el Senado. En la puerta, un nutrido grupo de periodistas esperaba los primeros datos de la evolución de Ibarra desde primera hora. Junto a Maragall y entre los más madrugadores estuvo José Blanco, secretario de Organización del PSOE, quien había compartido cena con Ibarra también la noche anterior.

Por las dependencias hospitalarias también desfilaron la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira; el consejero madrileño de Sanidad, Manuel Lamela; la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo; o el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda. Durante la mañana, Ibarra también recibió la visita de senadores socialistas extremeños; el presidente de la Asamblea, Federico Suárez; el industrial Alfonso Gallardo --quien se encontraba en Madrid--; y el presidente de la Agencia de la Vivienda, Javier Corominas, que intentó aconsejar al mandatario autonómico tras haber superado una situación similar.

En esos momentos difíciles, las muestras de apoyo a Ibarra fueron continuas. Incluso la Conferencia Episcopal Española, a través de una carta remitida a la consejera Portavoz, quiso transmitir al Gobierno autonómico su aliento, tal y como hiciera la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, al propio Ibarra: "Le he encontrado bastante mejor, restablecido y le he transmitido el saludo de todos los presidentes autonómicos, su afecto. Estamos seguros que se va a recuperar con la misma fuerza a la que nos tiene acostumbrados en la defensa de sus ideales. Está como siempre, fuerte y animado".

Transcurridas las primeras horas, los consejeros extremeños mostraron su satisfacción por la evolución del líder extremeño. Sin embargo, fuentes cercanas al presidente mantienen que éste ha sido un serio aviso a su intenso ritmo de trabajo. Aun así, horas después de ser ingresado, Ibarra estaba informado de las decisiones de la reunión que su equipo de gobierno mantenía en el mismo hospital para determinar la participación de Extremadura en el debate del Senado. Un foro donde Ibarra estuvo presente a pesar de ser el gran ausente.

Poco después de conocer el suceso, los grupos parlamentarios extremeños de la oposición desearon la pronta recuperación del presidente de la Junta. En este sentido, tanto el presidente del PP de Extremadura, Carlos Floriano, como la secretaria general del Grupo Popular, Cristina Teniente, manifestaron su deseo de que Ibarra se restablezca pronto. También la presidenta del Grupo Mixto (IU-Siex), Teresa Rejas, se expresó en este sentido exteriorizando además su esperanza de que "se quede sólo en un susto y pueda seguir trabajando y hacerlo bien para nuestra comunidad".

En la misma línea, a lo largo de todo el día de ayer las muestras de apoyo al jefe del Ejecutivo extremeño --provenientes de distintos ámbitos, no sólo el político--, se sucedieron ininterrumpidamente en la región. Así lo demuestran las declaraciones efectuadas desde la Cámara de Comercio de Cáceres o el sindicato CCOO de Extremadura, así como las del arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, y los obispos de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente, y de Plasencia, Amadeo Rodríguez. Todas ellas con deseos de mejoría para el presidente autonómico. No obstante, también muchos miembros de la clase política extremeña quisieron respaldar a Ibarra en este difícil momento, entre ellos, los alcaldes de Cáceres y Badajoz, José María Saponi y Miguel Celdrán, respectivamente.

A nivel nacional, muchas fueron también las personalidades e instituciones que, según fuentes de la Junta de Extremadura, se interesaron ayer por el estado de salud del presidente extremeño a través de la secretaría regional. Entre ellas destaca la Casa Real, con el rey Don Juan Carlos al frente, el expresidente del Gobierno Felipe González y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy. Asimismo, otros personajes de gran relevancia social, como el presidente del Congreso, Manuel Marín, o el expresidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, optaron por este sistema para conocer la situación de Ibarra.

A la vez, las manifestaciones de apoyo y cariño hacia el dirigente extremeño se sucedieron de forma continuada en todo el país. Así, el ministro de Defensa, José Bono, quiso transmitirle "con toda su alma" sus deseos de pronta recuperación y destacó que se trata de un político apreciado por "muchos, tanto los de izquierdas como los de derechas". Igualmente, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, le envió un mensaje de "solidaridad y amistad".

Por su parte, el presidente extremeño transmitió en un comunicado "su más sincero agradecimiento" a todas las personas, instituciones y colectivos que le habían expresado su ánimo y apoyo.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras visitar a Ibarra, afirmó que salía "muy contento, porque le he encontrado muy animado y lo importante es que está aquí y está bien". Zapatero permaneció en el interior del hospital visitando al paciente desde las 21.50 hasta las 22.15 horas. Zapatero precisó también que había podido charlar con él: "Hemos hablado un poco del debate y me ha contado cómo iba a empezar su intervención". Añadió que le echó de menos en el Senado.