Macarena García ha pasado 39 años dedicada a la docencia. Hace nueve que se jubiló y aunque todavía se siente activa, ya es consciente de que no tiene la misma energía que antaño. Vive sola en Almendralejo y es una de las interesadas en el movimiento cohousing surgido en Extremadura, que promueve el uso de viviendas colaborativas entre los más mayores. De momento, la iniciativa que lidera la extremeña Nieves Zapata, de la Asociación Cohousing Extremadura, sigue siendo aún un proyecto, pero para García es la mejor alternativa para pasar la vejez, frente a la soledad e incluso para la dependencia. «Me parece muy interesante que llegado un momento en el que me encuentre más sola y con menos fuerzas, pueda encontrar un sitio en el que vivir, en un entorno agradable y saludable, donde cuándo me apetezca pueda encontrar compañeros con motivaciones semejantes a las mías y cuándo no me apetezca, quedarme en mi apartamento. El cohousing me parece la mejor manera de pasar esos años hasta que me llegue el momento sin ser una carga».

Compañía, actividades, independencia, solidaridad... son valores que destaca esta maestra jubilada y que considera que no se encuentran en las tradicionales residencias de mayores. «Conozco varios casos que no tienen más remedio y me parece más triste. Los residentes tienen reglas rigurosas, son menos independientes y tienen menos capacidad de decisión y libertad...».

Por eso, ella está entre la veintena de interesados (no solo de Extremadura) en el único proyecto de este tipo que existe de momento en la región. La iniciativa que desarrolla Nieves Zapata, a través de la asociación sin ánimo de lucro que puso en marcha hace varios años, ya cuenta con 1.400 hectáreas de terreno cedido por el Ayuntamiento de Alange. El proyecto ya está hecho y ya hay una veintena de residentes interesados, solo falta que comiencen a construirse las viviendas que además deben ser ecológicas. Serían pequeños apartamentos con otros espacios comunes para los residentes. Pero Nieves espera que la Junta se involucre en la iniciativa que ya se ha incluido en el programa Horizonte 2030, dedicado a la Economía Verde y Circular. «Me gustaría que la administración, con los fondos de Horizonte 2030, abriera una línea para realizar un proyecto conjunto de ecocohousing en Extremadura; pero esto no son viviendas de protección oficial, es un proyecto nuevo, diferente, se trata de una nueva forma de vivir, colaborativa y en compañía, es sobre todo un corte de manga a la soledad para personas mayores, que empiezan sin tener a lo mejor ninguna dependencia pero luego puede llegar y eso está implementando también en el proyecto», destaca Nieves. «Y en eso estoy luchando». Primero en el cambio de mentalidad necesario y luego, en conseguir más apoyo de la administracón para que las viviendas colaborativas sean una verdadera alternativa a las residencias.

Para su puesta en marcha, requiere que los residentes conformen una cooperativa en cesión de uso, que va más allá del sentido de la propiedad, la compra o el alquiler, y que permite a los mayores disfrutar de una vivienda durante un tiempo indefinido, participar en la toma de decisiones sobre su diseño y su posterior vida.