Los caminos de la investigación científica son inescrutables. Aunque suene a broma, lo cierto es que así parece deducirse de la colaboración que el equipo de investigación dirigido por Francisco Centeno, profesor de la Uex, llevó a cabo con otro de la Universidad de Pensilvania para acabar contribuyendo a la creación de lo que podría denominarse como la Viagra femenina , un fármaco contra la anorgasmia en mujeres que puede comenzar a comercializarse en tres o cuatro años.

La previsión la efectúa el propio Centeno, que explica que su participación en el proyecto se produjo porque los investigadores estadounidenses contactaron con su equipo después de ver un estudio suyo sobre la proteína Arginasa, publicado en una prestigiosa revista científica.

"Ellos buscaban el fármaco y lo habían probado en animales, pero no habían conseguido reproducir la proteína humana y analizar su comportamiento". Gracias a un trabajo conjunto, no solo lo hicieron, sino que consiguieron mejorar la fórmula del fármaco para lograr el máximo efecto. "La pena es que se llevan el valor añadido de algo descubierto aquí. Ojalá tuviéramos una potente industria farmacéutica", lamenta Centeno.