"Esto será como en las películas americanas, pero en los coches sólo irá uno". Así de irónico se expresaba un guardia civil extremeño sobre la nueva vigilancia individual en autovías y autopistas. Un coche, una cámara y un equipo de grabación para recoger las intervenciones del agente que patrulla en solitario, estos son los elementos sobre los que se ha montado el guión de una película que ha nacido con una enorme polémica en el seno de la Guardia Civil y que ha creado inseguridad y, lo que es más importante, ha provocado el divorcio de los guardias que patrullaban la carretera. A partir de hoy, los guardias civiles ya no tienen pareja.

No obstante, desde la Dirección General de Tráfico aseguran haber tomado todas las medidas necesarias para que el nuevo sistema se aplique sin sobresaltos. En primer lugar, los agentes seguirán funcionado como pareja, pero con una salvedad, estarán a cierta distancia. Para ello se utilizarán dos coches patrulla y cada uno vigilará uno de los sentidos de circulación de las vías desdobladas. Nunca se alejarán mucho el uno del otro y sólo funcionarán en horario diurno.

Nuevas tecnologías

Los 300 vehículos que hoy han salido a las carreteras están, además, equipados con un sofisticado sistema de grabación de vídeo y audio, que registrará tanto las infracciones de los vehículos como la posible resistencia a la autoridad que pueda presentar el conductor. Para ello la conversación quedará grabada a través de un micrófono inalámbrico que portarán los guardias y las grabaciones permanecerán en el interior de una caja blindada.

El agente también dispone de aparatos de transmisiones por radio para estar en permanente contacto con sus compañeros y con la central operativa mientras realiza la intervención. Otra de las novedades técnicas que incorporan estos automóviles es un ordenador portátil y una impresora.

También se ha tenido que modificar la normativa y ya no será necesario que los agentes saquen el brazo del coche para dar el alto a un vehículo. Ahora, el agente dará la orden de una nueva forma, que consistirá en situar su coche detrás del que pretende parar.

Tras ello, el guardia activará los sistemas acústicos y visuales del coche patrulla, por lo que el automovilista deberá situarse en el arcén derecho. Una vez que ocurra esto, el agente activará la megafonía y ordenará al conductor y a los ocupantes que no salgan de su coche, salvo que se estime necesario. Automáticamente, se aproximará al vehículo detenido por la derecha e informará al conductor del motivo de la parada. "Como en las pelis americanas".