Italia vivió ayer su primer día de «zona protegida» con varias medidas que lo aíslan más del resto del mundo. Prácticamente todas las líneas aéreas que mantienen conexiones entre España e Italia anunciaron la suspensión de sus trayectos. También lo hicieron la compañía francesa Air France y la británica British Airways, entre otras. Malta cortó igualmente las conexiones marítimas. Italia cifró ayer en 631 los fallecidos por el coronavirus y en más de 10.000 los contagios.

La prohibición por parte del Gobierno español del aterrizaje de aviones procedentes de Italia y el cierre de fronteras decretado por Roma hacen inviable viajar al país transalpino. Iberia y Vueling suspenden a partir de hoy sus vuelos con el país al menos durante todo el mes de marzo. También Ryanair se suma la suspensión completa de vuelos hacia y desde Italia.

Estas medidas se suceden después de que el lunes, el Gobierno italiano anunciara que todo el país se convierte en «zona protegida», con órdenes de movilidad restringida, con el objetivo de contener el avance del coronavirus, que amenaza con colapsar el sistema sanitario del país.

Para hacer más llevadero el confinamiento de los italianos se multiplican las iniciativas. Vodafone ofrece gratuitamente minutos y gigas; Amazon permite acceder sin coste alguno al Prime Video; Mondadori regala suscripciones de tres meses de sus revistas, lo mismo que proponen los diarios La Repubblica y La Stampa.

Actores, actrices, cantantes, novelistas, futbolistas y otros famosos se van sumando en las redes sociales a los hastags #iostoacasa, #iorimangoincasa (yo estoy en casa, yo permanezco en casa) y otros similares para colaborar con el confinamiento de las ciudades, en parte impuesto y en parte voluntario. «El asunto es serio, chicos, ayudémosles a contener el contagio», suelta Luciano Ligabue, músico y cineasta italiano. «Me quedo, será para el bien de todos», añade el cantautor Claudio Baglioni. «Aunque lo tengáis y no lo sepáis, estáis contaminando a los otros», predica el actor Alessandro Borghi. La popular influencer Jesica dice a los jóvenes: «Colgáis vuestros posts en Instagram diciendo que la vida perfecta es una mantita y Netflix».

NO SOLO LOS MAYORES / Varios reportajes televisivos han alertado en los últimos días a las autoridades porque los jóvenes de las primeras zonas rojas se mofaban públicamente de que el covid-19 «solo afectaba a los viejos». De manera que los medios han empezado a publicar estadísticas que lo desmienten, por lo menos en parte. «No son todos ancianos: uno de cada tres afectados en las ucis de Lombardía tiene entre 50 y 64 años y el 8%, entre 25 y 49 años», destaca Giulio Gallera, consejero para el Bienestar Social.

Mientras, los efectos de las medidas del Gobierno van haciendo mella en la población. Algunos siguen vaciando supermercados, a pesar de que las autoridades han avisado repetidamente de que no faltará comida. A partir de ayer, en los bancos entran solo dos clientes a la vez. Para trasladarse de una ciudad o pueblo a otro hay que llevar una autodeclaración, escrita en un impreso que se descarga de internet. Se puede salir solo por trabajo, por razones sanitarias y por una necesidad justificada. En el Senado de la capital entran solo dos parlamentarios simultáneamente, incluso si hay que votar. Los bares cierran a las seis de la tarde.

Cuando el Gobierno decretó el cierre del norte peninsular, unas 20.000 personas escaparon a tiempo hacia las islas y el sur. Dos días después, la zona roja del norte fue extendida a toda Italia. «Se fueron antes de la medianoche, a pesar de los gritos que prohibían dejar la ciudad», escribe en Los novios Alessandro Manzoni. Era el siglo XVIII. Y las cosas podrían ir a más.