Los concienzudos y metódicos chequeos de los aviones entre un vuelo y otro han pasado a mejor vida. Inmersas en una cruel competencia, muchas compañías aéreas han recortado y aligerado las revisiones con un doble objetivo. Por una parte, para minimizar gastos, prescindiendo de un elevado número de mecánicos. Por otra, para ganar tiempo con tal de evitar posibles retrasos que dañen la imagen de marca. Esto no lo dice un aficionado a la aeronáutica. Lo dice una técnica de mantenimiento de aeronaves que, por su trabajo actual en una de estas compañías, comprueba día sí día también que el tiempo que se dedica a reforzar la seguridad es "menor de lo necesario".

"Hace tres o cuatro años, era un mecánico quien inspeccionaba el avión entre vuelo y vuelo para comprobar que no había problemas. Ahora, con los recortes de plantilla, es el copiloto o el piloto quien da un vistazo por fuera al aparato por si ha habido pérdidas de combustible, impactos de aves u otros percances", asegura la experta, especializada en el Airbus y en modelos de la McDonell Douglass (entre ellos, el MD-82, el tipo de aeronave estrellado el miércoles en Barajas).

Lo que sí se ha reforzado, admite, son las revisiones al final de la jornada. Por la noche, y en función de las horas de vuelo y de los incidentes que haya podido sufrir el avión, los mecánicos hacen un tipo de inspección u otro. Después, poco antes de despegar, el piloto vuelve a mirar que todo esté correcto.

LIBRO DE PARTES Los problemas aparecen a medida que se surcan los aires y se dispara la amenaza de llegar o partir con retraso del siguiente aeropuerto. "Durante cada trayecto, el piloto está obligado a anotar en el libro de partes de vuelo todas las averías o incidencias, pero muchas veces no se hace", asegura la experta. La razón está clara: "Muchos pilotos reciben una presión muy fuerte por parte de las compañías para que no apunten daños supuestamente menores que podrían acarrear una revisión más afinada y, con ella, una demora del siguiente vuelo con el mismo aparato".

¿Qué se hace entonces cuando salta una luz roja en el cuadro de mandos? "Si la avería es leve, muchos pilotos la anotan en el trayecto de regreso; entonces ya no hay tanta prisa porque el avión se queda en aquel aeropuerto", explica. "En otros casos, como cuando el aparato sufre un recalentamiento, algunos comandantes optan por parar el motor un rato para enfriarlo".