La temporalidad en el empleo sólo ha aumentado en los últimos siete años en tres comunidad autónomas españolas, concretamente en Extremadura, en Andalucía y en Asturias. La región extremeña es, además, la que más ha sufrido el aumento de la precariedad, según el estudio sobre El empleo en España realizado por Comisiones Obreras.

Este informe, que analiza la evolución del empleo entre 1996 y el 2003 y el efecto de las sucesivas reformas laborales, destaca que en el periodo en el que el Partido Popular ha gobernado el país el peso de los contratos temporales se redujo en prácticamente todas las comunidades. Esta mejora de la calidad del empleo, que alcanzó un nivel medio del 3%, ha oscilado entre el comportamiento de La Rioja --donde la tasa de temporalidad bajó cerca de un 11%-- y el de Extremadura, la comunidad en la que más aumentaron los contratos temporales.

EVOLUCION En concreto, el estudio señala que en esos siete años el empleo indefinido registró en Extremadura un crecimiento anual acumulado del 4,1%, mientras que el empleo temporal crecía un 5,8%. Esto sitúa a la región junto a Asturias y Andalucía --a las que se suman las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla-- en el grupo de las comunidades que vieron incrementada su tasa de temporalidad. Actualmente Andalucía es la zona con una temporalidad más elevada seguida de Extremadura. En el extremo contrario se sitúa Madrid, con el mayor volumen de empleo indefinido.

Una de las primeras conclusiones que revela el estudio de Comisiones Obreras es que desde 1996 la situación extremeña ha empeorado sensiblemente, puesto que si entonces la tasa de temporalidad de la región estaba sólo dos puntos y medio por encima de la media, a día de hoy esa diferencia supera ya los ocho puntos porcentuales.

A la hora de analizar las causas, el informe sindical afirma que está demostrada la relación directa de estos datos con el modelo de tejido productivo de cada comunidad, puesto que a mayor peso de la agricultura y la construcción --como es el caso de Extremadura-- hay más contratos temporales.

Sin embargo, hay otro dato llamativo y es el diferente comportamiento que han experimentado el sector privado y el sector público en estos últimos años. Aunque en la región el empleo privado tiene un nivel de calidad muy inferior al de las Administraciones, en los últimos años esa diferencia se ha ido recortando. Y es que mientras en las empresas la tasa de temporalidad se ha rebajado desde 1996 --aunque sólo un 0,2%-- en el sector público el peso del empleo temporal ha crecido en casi ocho puntos.

ANALISIS DE LA REFORMA El estudio sobre El empleo en España concluye que las sucesivas reformas laborales se han mostrado ineficaces a la hora de poner freno a los contratos temporales pese a que se han disparado sus costes a través del aumento de sus cotizaciones sociales y de las indemnizaciones a la conclusión de los contratos.

Por el contrario, el sindicato considera que se han mostrado mucho más útiles las bonificaciones que se han impuesto a la contratación indefinidas siempre que sean "selectivas, decrecientes y limitadas en el tiempo", puesto que promocionan el empleo estable en aquellos colectivos que están más castigados por el desempleo.