Las muertes en accidentes laborales son, junto con las que se dan por causas como la violencia de género o el terrorismo, las que más altos niveles alcanzan. Así lo advierte Concha Gómez, secretaria de Salud Laboral de CCOO-Extremadura, quien valora este hecho "muy preocupante", pues que la gente pierda su vida en el trabajo, estima, "es muy doloroso y requiere de una vez por todas medidas efectivas para evitarlo". Además, añade, no hay que hablar solo de seguridad, también hay que empezar a hablar de salud, de que la gente enferma en el trabajo y esto se tiene que empezar a reconocer.

--Por su experiencia, ¿que destacaría de la actitud que suele mantener un trabajador que tiene un accidente laboral?

--De total indefensión, pues la realidad es que no se está cumpliendo la normativa de seguridad. No ha habido aún implantación de medidas de protección eficaces y reales en las empresas, y ante este panorama el trabajador ni se siente protagonista de poder defender su vida en el trabajo, ni tampoco ve que haya ningún tipo de interés por parte de la empresa. El interés solo se despierta cuando hay un accidente laboral muy grave o mortal, y porque en este caso hay también un coste social.

--O sea, que los trabajadores se sienten desprotegidos.

--Por supuesto. La reacción de los trabajadores ante un accidente laboral es de impotencia. Además, hasta tal punto les preocupa este asunto que ya no solo hablan en las negociaciones colectivas de salarios, jornadas..., sino que cada vez les importan más los temas de salud y seguridad. Realmente las mayores demandas que los trabajadores hacen actualmente a sus empresas son de seguridad, porque les preocupan los accidentes, y también de salud, porque también les preocupan cada vez más esas enfermedades profesionales que pueden aparecer con los años.

--Y ante una muerte, ¿cómo reacciona la familia?

--En la mayoría de los casos, así lo hemos comprobado, reaccionan pidiendo que ya que le ha ocurrido a su ser querido se haga todo lo posible para exigir medidas que eviten que vuelva a ocurrir, y que de alguna manera se pidan responsabilidades.

--¿Dónde está la solución?

--Quizás en la estrategia española que hemos firmado y de la que se derivan unos compromisos, ocho objetivos muy claros y concisos, para reducir la siniestralidad laboral y mejorar la salud de los trabajadores. El problema es que esto tiene un coste importante, no ya solo económico, sino también de implicación, pues para lograr eliminar la siniestralidad y mejorar la salud de los trabajadores se requiere la implicación de todas las partes.

--¿Qué destacaría de los últimos datos sobre siniestralidad laboral en Extremadura?

--El increible aumento de los accidentes in itinere . La cifra de accidentes laborales en el puesto de trabajo ha descendido, pero los accidentes in itinere se han incrementado muchísimo. De hecho, casi el 50% de los accidentes mortales del 2007 --12 de los 24 registrados en la región-- lo fueron in itinere , en los trayectos de casa al puesto de trabajo.

--¿Qué lectura se hace de ello?

--Que cada vez son más los trabajadores de nuestra región que han de trasladarse fuera para poder trabajar, así como también que cada vez hay más fatiga.

--Y, ¿qué resultados está dando la lucha conjunta Fiscalía-sindicatos contra esta lacra?

--Aún no se puede valorar, pues se ha iniciado hace muy poco. Pero va a ser muy positiva, ya que ante esta problemática hay una actitud de colaboración plena y una implicación muy consistente, y mucha sensibilidad, por parte de la Fiscalía.