Es curioso, pero los iraquís esperaban algo más del primer ataque. Como los conejillos que vuelven a sacar el hocico a la salida de su madriguera una vez están seguros de que el lobo se ha alejado, los habitantes de Bagdad se asomaron ayer a sus ventanas sorprendidos, sin acabar de creerse que los bombardeos de esa primera noche de ataque hubieran sido tan suaves. "La verdad es que esperábamos un ataque mucho más masivo. Pensábamos que esto iba a ser tan duro como la primera noche de 1991, en la guerra del Golfo", dijo Ahmed, un informático.

"No ha sido tan terrible, ¿verdad?", comentaba Haidar, un taxista que cuando comenzaron los bombardeos ya estaba al volante, trabajando. "Yo no tengo la posibilidad de quedarme en casa para refugiarme. Yo, con bombas o sin bombas, tengo que salir a trabajar, pues es la única manera con la que puedo ganarme el pan de mis hijos", explica. Y recuerda: "Durante toda la madrugada, las calles estaban desiertas y a ratos creía que yo era el único que estaba fuera de su casa"."Mis niños han pasado miedo, pero mucho menos del que yo esperaba", dice Yamil, otro taxista, que tan pronto como acabaron los ataques volvió al trabajo. De hecho, los taxistas, tanto oficiales como ilegales, eran los únicos que ayer trabajaron en Bagdad, pues la mayoría de funcionarios no acudieron a sus puestos y las empresas privadas cerraron.UN MENSAJE DE BUSHEn opinión de un veterano periodista árabe, en esta primera noche de bombardeos el presidente de EEUU ha querido enviar un mensaje a los iraquís: "Que no pretende hacer daño al pueblo y que su único objetivo es acabar con Sadam".Y el mensaje caló en algunos iraquís. "Quizá sea verdad eso de que los americanos no van contra nosotros. Fíjense, no han destruido ni centrales eléctricas ni plantas potabilizadoras de agua", dijo Faisal, un funcionario que en cuanto pudo aprovechó para llamar a sus hijas, a las que hace unos días envió a Jordania. "Vida mía, no te preocupes. Tu madre y yo estamos bien. No han bombardeado Bagdad, sólo las afueras. Dile a la abuela que esté tranquila", le dijo a su hija, mintiendo para calmarla: "Fíjate si está tranquila la situación que hoy en Bagdad es como un día normal".Sin embargo, no era así. Aparte de que las escuelas, institutos y universidades habían interrumpido sus clases el miércoles, y los profesores habían dado a los alumnos vacaciones indefinidas, la inmensa mayoría de las tiendas estaban cerradas. Las que abrían lo hacían porque necesitaban desesperadamente el dinero o porque eran militantes convencidos, y seguían las consignas del partido Baaz de no faltar a trabajar y seguir la vida diaria con toda normalidad."¿Por qué no debo abrir hoy? ¿Es que acaso ha pasado algo anormal?", decía Nabil, un barbero. Maruan, un comerciante, reconoció que no abrió su tienda hasta las 13.30 horas. En cualquier caso, son los únicos comerciantes que abrieron sus establecimientos, lo que demuestra que la mayoría de los iraquís no han hecho caso de las consignas del partido oficial de Sadam, el Baaz.Por eso, y quizá porque los ataques fueron más suaves de lo previsto, la gente no acudió a los refugios. "¿Para qué vamos a ir a los refugios? No son lugares seguros. En 1991 ya los bombardearon y ahora podrían volver a hacerlo", enfatizó Kadem, el dueño de una pequeña pizzería en la calle Karradat Mariam. El ayer había abierto. "He querido dar servicio a la gente que está patrullando en la calle y que necesita comer", afirmó, y explicó que, al estar todas las carnicerías cerradas, la carne con la que elabora las pizzas es la de los corderos que él mismo ha matado.LO PEOR ESTA POR LLEGARPero la mayoría de iraquís no se creían que a EEUU le importen sus vidas. Karim, un joven bagdadí, no tenía dudas:

"Que no pretende hacer daño al pueblo y que su único objetivo es acabar con Sadam".

"Quizá sea verdad eso de que los americanos no van contra nosotros. Fíjense, no han destruido ni centrales eléctricas ni plantas potabilizadoras de agua","Vida mía, no te preocupes. Tu madre y yo estamos bien. No han bombardeado Bagdad, sólo las afueras. Dile a la abuela que esté tranquila","Fíjate si está tranquila la situación que hoy en Bagdad es como un día normal".

"¿Por qué no debo abrir hoy? ¿Es que acaso ha pasado algo anormal?",

"¿Para qué vamos a ir a los refugios? No son lugares seguros. En 1991 ya los bombardearon y ahora podrían volver a hacerlo","He querido dar servicio a la gente que está patrullando en la calle y que necesita comer",

"Lo primero que los aviones de EEUU han bombardeado han sido instalaciones civiles. ¿Cómo quiere Bush que creamos que se preocupa por nuestras vidas? Eso es mentira".