El inicio de la selección española ante Ucrania ha sido espectacular, sin duda. Ha jugado muy bien, con autoridad, dominando en todas las líneas, brillante en todos los aspectos del juego, mandando desde el minuto 1 al 90, teniendo el balón.

Lo más destacable, más allá de aspectos meramente tácticos, es la actitud que han tenido todos los jugadores. En defensa, muy ordenados; en el centro del campo, llevando la iniciativa en todo momento, y en el ataque, creando peligro continuamente. De ahí los cuatro goles al final que han podido ser incluso más.

Espero que con este resultado se acabe el debate sobre la supuesta falta de gol en la selección. Sí lo hay. David Villa y Fernando Torres son delanteros jóvenes, con mucha hambre, que vienen quieren ser importantes.

Me alegro especialmente por Fernando, al que he visto crecer un poco en el Atlético de Madrid. El sabe que tiene unas condiciones innatas impresionantes. Lo único que le faltaba era acierto en una gran competición y ya lo tiene. Estoy convencido de que va a coger confianza y va a hacer un gran campeonato.

También conozco bien a Luis Aragonés. Seguro que ha trabajado mucho el aspecto psicológico, en el que es un auténtico maestro. El sabía que lo más importante era no perder la concentración en ningún momento y se ha conseguido.

Es lógico que ahora pueda crearse un exceso de euforia en la afición, para la que el partido de ayer es el debut soñado, pero Luis les habrá dicho a los jugadores en el vestuario que empiecen a pensar ya en el partido de Túnez. Va a aislar al equipo del ambiente demasiado optimista que pueda generarse y no creo que vaya a permitir la más mínima relajación en el seno del equipo.