Los vecinos de La Zarza quieren que se oiga su voz y respaldan la celebración de un referendo sobre el proyecto de la central térmica de ciclo combinado. Aún así, reconocen que les falta información al respecto e incluso algunos hablan de la instalación "de una nuclear" cerca de su pueblo.

Leonor Gómez, charcutera de Alange que trabaja también en La Zarza, se muestra contraria al proyecto y afirma que "la gente no sabe el riesgo que corre". Ella tiene claro que instalar estas plantas "es un error muy gordo aquí, en Alange y en Mérida, como la refinería... es que en Extremadura necesitamos otras muchas cosas".

A la hora de valorar un posible referendo, está a favor, aunque "el problema es que la gente está confundida, cree que contamina poco, y las térmicas sí que contaminan, nos van a afectar mucho en la salud". Por eso tiene claro no quiere estas industrias "ni un poco más allí ni un poco más aquí".

Menos información aún maneja José Lozano, un agricultor de La Zarza que reconoce que no ha podido acudir a las numerosas charlas informativas que se han llevado a cabo sobre este tema y reclama una información clara "y apolítica" al respecto.

Mejor en Jerez

Otros vecinos prefieren no hablar del tema --"yo no sé nada de eso y no puedo opinar", declaran-- pero se percibe un rechazo generalizado a la planta impulsada por la empresa Energía de la Zarza y el apoyo a un posible referéndum, algo de los que todos habían oído hablar. Juan Moreno es propietario de una tienda de artículos de caza. Recuerda que uno de los argumentos dados por la empresa para instalar la planta es la apertura de nuevas industrias del Grupo Gallardo y se muestra crítico: "Pues que la hagan en Jerez de los Caballeros".

A su juicio, Extremadura dispone de la energía suficiente --"he leído que la exportamos"-- y basta con recabar un poco de información "para ver que no es bueno". "No sé si soltará radioactividad, pero los beneficios no serán para el pueblo", añade convencido.

Consulta no vinculante

También apoya la celebración de una consulta popular, pero apunta que no es vinculante. Es decir, que "puede servir para que hagamos un poco de fuerza, aunque a lo mejor decimos que no lo hagan y lo hacen". El por su parte tiene claro lo que votaría en ese momento: "Yo un no rotundo".

En la misma línea se pronuncia Antonia Montero, ama de casa de la localidad pacense, que piensa "que es cancerígeno y perjudica la salud". Aún así, Antonia apuesta porque antes de que se haga el referendo "haya más información para que la gente se entere mejor". "A mí me parece fatal el proyecto", añade.