Que la construcción haya sido el sector que más ha crecido dentro de la economía extremeña en lo que va de década quizás no sorprenda ya a muchos. Pero que lo haya hecho el doble que el resto de sectores económicos no deja de seguir siendo llamativo. Según estadísticas elaboradas por el Consejo Económico y Social, a partir de los datos de contabilidad regional del INE, el Valor Añadido Bruto (VAB) generado por la construcción en Extremadura ha registrado una variación media anual del 13,6% entre el 2000 y el 2007. De esta forma, casi ha duplicado el crecimiento medio anual del VAB extremeño (7,2%), dejando muy atrás a los demás sectores.

El extremeño es el quinto mayor aumento entre todas las autonomías españolas (después de, por este orden, Andalucía, Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y en el mismo nivel que La Rioja). Todas las comunidades autónomas contabilizan crecimientos de dos dígitos en esta actividad.

La evolución experimentada por la construcción en Extremadura le ha llevado a ser la región en la que esta actividad tiene un mayor peso específico de todo el país. Así, mientras que a escala nacional la importancia de este sector sobre el total de la economía en el 2007 era del 16,6%, el promedio del conjunto del Estado estaba casi cuatro puntos y medio por debajo, en el 12,2%.

Del resto de sectores, es reseñable la escasa progresión que ha tenido el agroganadero durante estos ocho años, y que únicamente se ha incrementado en un 0,4%, frente al 1,3% nacional, lo que no impide que Extremadura siga siendo la región en el que el sector primario tiene mayor trascendencia (9,1% del VAB). Sin embargo, la gran carencia del tejido económico extremeño continúa siendo la falta de industria, con apenas un 6,8% del VAB producido en la región, superando solo a Canarias y Baleares. Por último, el sector servicios supone el 64,1% de la actividad económica (66,8% nacional).

En el lado positivo, entre el 2000 y el 2007 el PIB extremeño acumuló una tasa de crecimiento anual medio del 3,57%. Fue la tercera mayor de España, después de Murcia (3,94%) y Andalucía (3,72%), y quedando a la par que Castilla y León. En cuanto al PIB per cápita, este ha pasado de los 9.965 euros del 2000, a los 16.080 del 2007, con un una variación media anual del 7,1%, junto con Asturias la más alta del país. En España, los mayores avances se registran "en términos generales, en las comunidades autónomas con un menor nivel de renta per cápita inicial, como son las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Galicia, Asturias o Extremadura", se expone en el informe del CES. "La evolución descrita se explica en buena medida por el factor demográfico y, más concretamente, por la inmigración extranjera, de manera que las regiones señaladas anteriormente con menores avances de su PIB per cápita son las que menos ven aumentar su población".

En cualquier caso, esta evolución ha permitido a Extremadura converger en términos de renta por habitante con el resto de España. Así, si en el 2000 este índice era el 63,7% de la media nacional, el año pasado se situó cinco puntos por encima, en el 68,7%.

Por lo que respecta al proceso de convergencia con el resto de la Unión Europea, los expertos del CES inciden en que en los últimos años "se ha producido una notable aproximación en los niveles de renta de las regiones españolas con la media comunitaria". Sin embargo, se matiza que el retraso en la publicación de las estadísticas comunitarias sobre el PIB per cápita "impide conocer, por el momento, el posible impacto que sobre la convergencia de las regiones españolas está pudiendo tener el cambio en la política de desarrollo regional de la UE para el periodo 2007-2013".

Por otro lado, dada la actual coyuntura económica, el informe del CES se pregunta si la desaceleración de la economía española influirá negativamente en el proceso de convergencia con Europa, "en la medida en que la dispersión regional tiende a aumentar en periodos de menor crecimiento económico". En esta misma línea, se señala que la divergencia entre las distintas regiones españolas también podría aumentar "en la medida en que el éxito del crecimiento de las menos desarrolladas ha estado relacionado en los ultimos años fundamentalmente con actividades de baja productividad, como son la construcción y determinados servicios".