Extremadura perderá casi dos puntos porcentuales de convergencia con la Unión Europea entre 2009 y 2011. Son las previsiones de Analistas Financieros Internacionales (AFI) contenidas en el Informe de Progreso que edita la Fundación Caja de Extremadura y cuyo primer número fue presentado ayer en Cáceres. Y eso a pesar de que incluso en el 2009, cuando más arreciaba la crisis, la economía extremeña continuó acercándose a la media europea. "Pero desde entonces, su débil crecimiento, que podría prolongarse en el futuro, está logrando revertir el índice de convergencia por primera vez en muchos años", detalla el informe. De hecho, se trata del primer retroceso que recoge la serie histórica de mediciones comparables de Eurostat, con inicio a mediados de los noventa.

En el 2008 el PIB per cápita extremeño alcanzó el 73% de la media europea, 5,7 puntos porcentuales por encima de los contabilizados en el periodo 2003-2005. A la espera de los datos oficiales, las estimaciones de AFI avanzan que en el 2009 se mantuvo la tendencia positiva, hasta alcanzar el 74,5%, gracias en gran parte al poco peso que el comercio internacional, entonces en caída libre, tiene en el tejido productivo extremeño. Sin embargo, a partir de ahí, sus estimaciones sitúan el promedio en el 73,7% al finalizar el 2010 y en el 72,7% para el 2011.

De esta forma, si la poca dependencia del sector exterior evitó hace dos años que la crisis de la economía regional fuera mayor, "ahora está haciendo que la recuperación sea más lenta", explicó ayer José Antonio Herce, responsable por parte de AFI en la elaboración de este estudio, que presentó junto a Jesús Medina, presidente de la Fundación Caja de Extremadura. Herce añadió que la comunidad autónoma afronta un handicap adicional: "La industria y el turismo, que están tirando de la economía en España, tienen muy poca presencia en el tejido empresarial extremeño".

El informe recuerda que será la renta media del trienio 2009-2011 la que determine qué regiones siguen siendo de convergencia hasta el 2020 y que en Extremadura la previsión es que este índice no pase del 73,6% --el umbral está en el 75%-- por lo que "probablemente" será la única comunidad autónoma española que mantenga esta condición. "Esto es una buena y una mala noticia. Es una mala noticia porque no hemos crecido lo suficiente para converger más rápidamente. Y es buena porque por lo menos se seguirán recibiendo miles de millones de euros de fondos estructurales destinados a mejorar nuestro modelo de crecimiento", dijo Herce. En este sentido, el experto de AFI se mostró confiado en que a partir del 2012 la región recuperará la senda de la convergencia, al tiempo que hizo hincapié en la necesidad de encuadrar todos los esfuerzos de los agentes socioeconómicos extremeños en la lógica de la Estrategia 2020 de la UE

A pesar del parón experimentado en los dos últimos años, el informe presentado ayer resalta que, a lo largo de la década precedente, el comportamiento de la economía extremeña "ha sido muy bueno si nos atenemos a sus indicadores de volumen de actividad, convergencia real con España y Europa y renovación de su dotación de las infraestructuras". Esta buena evolución se ha reflejado en un incremento medio del PIB anual del 2,6% entre 2001 y 2010, por encima del 2,1% de crecimiento experimentado a nivel nacional. No obstante, se deja claro que la región sigue sin resolver "ciertas disfunciones socioeconómicas y productivas severas que se harán más pesantes en el contexto que define los años venideros de salida de la crisis, como es el desempleo, la internacionalización o la presencia de sectores tecnológicos".

En relación a la falta de vocación exportadora de las empresas extremeñas, Herce recalcó ayer que sólo un 0,7% del total realiza regularmente envíos al exterior. Esta proporción es poco más de la mitad de la media española, que ya de por sí, dijo este esconomista, "estimamos que es la mitad de lo que debería ser".

En cuanto a la evolución de la estructura productiva, Herce lamentó que la aportación del sector industrial haya descendido entre 1995 y 2010, tanto en Extremadura como en el conjunto de España, algo que calificó de "inexplicable".

Además, hizo referencia al "excesivo" crecimiento de la contrucción y al progresivo proceso de terciarización de la economía extremeña.

En relación a este último aspecto, precisó que en él ha tenido especial trascendencia la progresión de los servicios de no mercado, compuestos fundamentalmente por las administraciones públicas.