El grifo del crédito sigue atascado. El volumen de los préstamos concedidos a familias, empresas y administraciones públicas extremeños permanece prácticamente inerte desde hace cerca de tres años. Según los últimos datos del Banco de España, marzo acabó con un total de 23.249 millones de euros concedidos en créditos a residentes en la región (de ellos, 1.889 millones correspondían al sector público), una cifra que apenas supone un 5,3% de incremento respecto a los 22.066 que se contabilizaban en la misma fecha del 2008 y que es, incluso, inferior a la que se registró en el cuarto trimestre de ese mismo año (23.277 millones).

Así las cosas, en este trienio el montante de los créditos vivos contratados por los extremeños ha aumentado en 261 millones de euros en total, un incremento que queda a años luz de los alrededor de tres mil millones de euros anuales en que estuvo creciendo a lo largo de los tres años previos a la crisis. Esto supone que se ha pasado de un ritmo de crecimiento trimestral superior a los 730 millones de euros a no alcanzar los cien millones.

Los datos sobre nuevos créditos --facilitados también por el Banco de España-- muestran una evolución similar. Conforme a ellos, entre enero y junio estos préstamos ascendieron a 310.570 millones de euros en toda España, un 27,48% menos en relación al mismo periodo del 2010. Se trata de la cifra más baja desde el 2003, cuando se empezó a elaborar esta estadística.

Las entidades financieras que operan en España restringieron sobre todo los préstamos a las familias, ya que estos sumaron 38.547 millones de euros a cierre de junio, casi la mitad de los 69.919 millones concedidos en los seis primeros meses del año anterior. Buena parte de ese retroceso obedece a la caída de los créditos para la adquisición de vivienda, que pasaron de 36.972 millones en la primera mitad del año 2010 a tan sólo 19.337 millones en la primera parte del 2011, un decremento del 47,7%.

Los créditos al consumo también bajaron en igual proporción (un 47,8%), hasta los 7.758 millones, mientras que el resto de préstamos descendieron el 36,65%, hasta 11.452 millones. En el caso de la financiación a empresas, los descensos fueron más limitados, al pasar de 358.345 millones de euros en el primer semestre del 2010 a 272.023 millones este año, lo que supone una reducción del 24,09%.

Las estadísticas del Banco de España revelan que los nuevos créditos de la banca española a las familias y a las sociedades se han reducido a la mitad desde que estalló la crisis financiera, en agosto del 2007. En el primer semestre de aquel año los nuevos préstamos concedidos ascendieron a 655.121 millones de euros, una cifra que bajó a 571.806 millones en la primera mitad del 2008 y que se redujo hasta 531.381 millones en los seis primeros meses del 2009 para pasar a 428.264 millones en el 2010.