La fractura abierta en la negociación del convenio del campo afecta a los intereses de 80.000 agricultores y ganaderos extremeños. La ruptura entre las organizaciones profesionales agrarias y el sindicato CCOO comenzó la pasada semana y se agravó ayer con los argumentos de todas las partes, y dificulta la llegada de un acuerdo entre todas las partes necesario para la firma del convenio, que debe poner sobre la mesa los derechos de los trabajadores agrarios hasta el próximo año 2009.

La polémica que ha provocado la paralización de estas negociaciones surge por unas declaraciones del secretario regional de CCOO, Julián Carretero, recogidas por el diario El País del pasado jueves en las que asegura que "lo que hace falta en la región es un agricultor que se deje de pamplinas, que deje de mirar al cielo a ver si llueve, y que se convierta en empresario". Los representantes agrarios consideran "muy graves" estas afirmaciones y se han levantado de la mesa; incluso Asaja reclama la sustitución de CCOO en la mesa por algún representante de trabajadores inmigrantes, ante la cada vez mayor presencia de ciudadanos extranjeros en las labores del campo.

El desencuentro se ha producido en la tercera sesión de la mesa negociadora, cuando "había un preacuerdo", manifestó ayer Carretero, que considera "desmesurada" la medida tomada por las organizaciones agrarias, "una decisión que no tiene precedentes en España", apuntó. A su juicio, en las citadas declaraciones "en ningún momento se vierten manifestaciones que supongan una calumnia o un agravio para el sector", y apeló a la "responsabilidad" de los representantes agrarios para retomar el diálogo y "evitar consecuencias jurídicas, sociales y económicas". Además, insistió en que "no estamos obligados a pactar, pero sí a negociar".

Así, Carretero se mostró "sorprendido" por la decisión tomada por las organizaciones agrarias, que según aseguró, no llega a entender, y calificó de "inaudito que una negociación se rompa por algo que no tiene nada ver con el convenio colectivo".

DEFENSA DEL SECTOR En este sentido se refirió también a otro de los argumentos esgrimidos por UPA-UCE, Apag, Asaja-Extremadura y Coag para romper las negociaciones, sobre las alusiones a que el dinero que llega de Europa "no debe ir a subvención de cultivos, sino al desarrollo rural". El líder sindical reiteró que CCOO está "claramente a favor" de las ayudas directas a la renta de los agricultores y ganaderos, pero "siempre y cuando se relacionen con la producción, con el empleo, con la modernización de las estructuras agrarias y con la riqueza, pero no de las ayudas que van exclusivamente a enriquecer al individuo".

Por todo ello, destacó que CCOO "se ha dejado la piel por el sector agrario y no me tengo que retractar de nada, porque no he hecho ninguna declaración que atente contra nada. La negociación colectiva es una obligación moral y un derecho, indicó, y las consecuencias que pueda acarrear esa falta de acuerdo "será una responsabilidad exclusiva del que toma la decisión de levantarse de la mesa".

Sin embargo, las organizaciones agrarias no comparten estos argumentos e insisten en que "el convenio está roto" mientras Carretero no se retracte públicamente de lo dicho.

Tras escuchar las explicaciones de Carretero, el secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, reiteró que "no tiene sentido hablar con alguien del futuro del campo cuando esa misma organización --en referencia a CCOO-- dice que desaparezcamos". Además, aseguró que "es la tercera vez que Carretero hace eso", y calificó de "bastante grave para los agricultores y para la región" lo dicho por el sindicalista a el diario El País.