La carga de trabajo en los juzgados extremeños de lo Social y de lo Mercantil, competentes en materia de trabajo, despidos, cierres de empresas..., sigue disparada. De hecho, al cierre del tercer trimestre del 2009 --últimos datos de los que dispone el Consejo General del Poder Judicial-- los juzgados sociales acumulaban unos 2.500 asuntos pendientes (600 más que en el mismo periodo del 2008), mientras que los de lo Mercantil tenían en trámite 575 (373 más que en el año anterior).

La causa, la crisis económica, que ha motivado que solo los juzgados de lo Social lleguen a ingresar más de mil asuntos al trimestre, un ritmo que les está llevando casi al colapso, aunque en el caso de Cáceres este se ha logrado frenar. Así lo aseguraban a este diario Mariano Mecerreyes y José García Rubio, titulares de los dos Juzgados de lo Social existentes en la capital cacereña, que señalaron que pese al aumento de asuntos derivados de la situación económica "al menos aquí en Cáceres se está consiguiendo que la cifra de resoluciones iguale a la de los asuntos ingresados".

No ocurre lo mismo en Badajoz, donde el incremento de casos en sus tres juzgados de lo Social ha sido "realmente considerable". Ha sido tanta "la avalancha" de asuntos, que se llegó a solicitar una comisión de apoyo, "que no fue estimada", y posteriormente la creación de un nuevo Juzgado de lo Social, el cuarto, "que oficiosamente se nos han confirmado que el año que viene entrará en funcionamiento", señalaba Samantha Reynolds, titular del Juzgado de lo Social número 3.

MAS TRABAJO De lo que no cabe duda, y aunque sea con diferencias entre los tribunales cacereños y los pacenses, es de que la crisis económica está cambiando el ritmo de algunos juzgados extremeños, de forma especial el de los de lo Social y los mercantiles, que son en los que más se ha reflejado la recesión económica.

De hecho, como se ha indicado, al cierre del tercer trimestre del 2009 los seis juzgados de lo Social existentes en Extremadura --tres en Badajoz y tres en Cáceres, uno de estos ubicado en Plasencia-- tenían en trámite 2.464 causas, 608 más que en el mismo periodo del año anterior; mientras que los dos de lo Mercantil --uno en Cáceres y otro de Badajoz-- acumulaban 575 asuntos pendientes, 373 más.

La alta carga de trabajo de estos órganos judiciales extremeños la ponen de manifiesto no solo los mencionados asuntos en trámite, sino también otros de sus datos estadísticos, como los referentes al ingreso de asuntos o las resoluciones.

Y es que los juzgados de lo Social de la comunidad se enfrentaron en julio, agosto y septiembre del año pasado a una carga de 3.364 asuntos --2.176 que aún estaban en trámite del trimestre anterior más 1.188 nuevos que ingresaron a lo largo del trimestre--, frente a los 2.553 que tuvieron que asumir en el mismo trimestre del 2008. Mientras, los dos de lo Mercantil asumían 710 causas --517 aún en trámite del trimestre anterior, más 193 de nuevo ingreso--, frente a las 448 que tuvieron en el mismo periodo del año anterior.

Pero las estadísticas también reflejan un hecho positivo, el de que aunque tanto los juzgados de lo Social como los de lo Mercantil, debido a la situación derivada de la crisis económica que vive el país, han venido soportando a lo largo del año pasado una carga de trabajo claramente superior a la de años anteriores, y que la cifra de asuntos que han de resolver sigue siendo aún superior a la de hace un año, estos han comenzado a registrar ya un ligero descenso.

Esto es algo que se pone de manifiesto si se comparan los datos de estos tribunales en el tercer trimestre del 2009 con los del inmediatamente anterior. Como ejemplos, baste decir que de los 1.433 asuntos que ingresaron los juzgados de lo Social entre los meses de abril y junio del año pasado se bajó a 1.188 en el trimestre siguiente; y que aún fue mayor el descenso que se registro en los de lo Mercantil, órganos judiciales en los que se pasó de 395 asuntos ingresados en el segundo trimestre a 193 en los tres meses siguientes.

Se demuestra con ello que el número de asuntos empieza a bajar, y la previsión, al menos en Cáceres, es que lo siga haciendo. "Podemos decir que en Cáceres estamos ya al día, que la respuesta está siendo muy rápida y se resuelve prácticamente el mismo número de asuntos que ingresa, por lo que la previsión es seguir en la tónica de normalidad que ha comenzado ya a apreciarse", señalaba José García Rubio.

Su afirmación la comparte Mariano Mecerreyes, quien añade que cuando realmente la crisis económica se hizo reflejo en sus juzgados "fue en el primer trimestre del 2009, cuando el incremento fue de un 100%, pero luego comenzó a bajar y en este momento podemos decir que la situación se ha estabilizado, que la respuesta es rápida y en Cáceres esta jurisdicción está ya funcionando muy bien, y la previsión para este año es de normalidad".

No se muestra el titular del Juzgado de lo Social 1 de Cáceres tan optimista cuando se refiere a la situación de los juzgados de lo Social de Badajoz, pues en su caso, dice, "además de que en situaciones normales tienen ya muchísimo trabajo, que la litigiosidad en aquella provincia es enorme, ya que hay muchas más empresas, más empleo, más trabajadores..., con la crisis su actividad se ha desbordado, han tenido un aumento del volumen de trabajo bestial, por lo que les va a resultar difícil salir del colapso si no hay más juzgados".

Para Mecerreyes, en la provincia de Badajoz harían falta al menos dos juzgados más de lo Social, y matiza que como mínimo "debería dotarse a los juzgados pacenses con urgencia de un juez más, pues a una persona que se ha quedado sin empleo no se la puede tener cinco o seis meses, o hasta un año, con su asunto pendiente de resolución".

TRAMITES DILATADOS El principal reflejo de la crisis económica en los órganos judiciales es, pues, el incremento de asuntos, algo que tiene a su vez una consecuencia directa, el que el tiempo de tramitación de cada una de las causas se dilata. En definitiva, que si hace un par de años un asunto social, teniendo en cuenta los plazos legales, tardaba en tramitarse hasta su resolución total, con la sentencia ya dictada, entre dos y tres meses, desde el segundo trimestre del pasado año se puede llegar a tardar en algunos casos hasta seis o nueve meses.

Es lo que Mecerreyes argumenta para reclamar apoyos al menos para los juzgados de lo Social pacense. "En Cáceres el tiempo de respuesta se alargó un poco en los primeros meses del 2009, pero ahora se ha normalizado y está en torno a los dos meses, pero en Badajoz es demasiado largo".