Si hay algo que la crisis no se llevará por delante en Extremadura es la solidaridad. En los tiempos que corren, cada vez más gente necesita apoyo para poder sobrevivir dignamente, pero en la región, también hay cada vez más personas dispuestas a ayudar. Así se lo confirmaron ayer a este diario diversas oenegés que actuan en la comunidad en ámbitos diversos, como Cáritas, Cruz Roja, Farmamundi o la Fundación Atabal.

Unas organizaciones sin ánimo de lucro que a pesar de la crisis y gracias a la colaboración ciudadana, ven cómo los extremeños --socios o no-- aumentan cada día las aportaciones económicas o en especies y la participación en diversas actividades como voluntarios para ayudar a los necesitados que tienen más cerca a sobreponerse ante una mala situación.

Pero la crisis no solo ha tocado la fibra sensible de los ciudadanos: la Adminstración también aumentará las ayudas a la solidaridad de puertas hacia afuera. Según los últimos datos aportados por la Junta de Extremadura, el presupuesto anual destinado a los proyectos de cooperación con el tercer mundo aumentará un 40%, hasta alcanzar su máximo exponente.

Frente al tijeretazo al gasto público y el duro plan de recortes que ha puesto en marcha para contener el déficit público, el Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara, destinará, en el nuevo Plan General de la Cooperación Extremeña 2010-2013, casi 16 millones de euros anuales --hasta el 2013, lo que supone un total de 63,5 millones-- a proyectos de desarrollo en otros países, el triple que hace un lustro.

El documento, que acaba de ser remitido por el Consejo de Gobierno de la Junta a la Asamblea de Extremadura para su debate y aprobación, sustituirá y mejorará el plan 2008-2011, que destinaba 11.386.852 euros al año a la cooperación. Ahora, este presupuesto se incrementa en casi 4.500.000 euros al año y consigue que la región supere por primera vez la media de ayuda oficial al desarrollo por habitante, que se sitúa en 14,3 euros frente a los 11 del resto del país.

LA AYUDA MAS CERCANA Inmaculada Godoy, secretaria general de Cáritas de Coria-Cáceres, afirma que "el apoyo a las campañas en tiempos de crisis ha sido impresionante". Desde esta organización, han intentado que los extremeños sean conscientes de que la pobreza también existe cerca de ellos "y que es algo que nos puede tocar a todos", y parece que lo han conseguido. Según Godoy, "la gente colabora prioritariamente con dinero, porque es lo más fácil de gestionar, aunque también ha habido aportaciones en especie --sobre todo ante campañas de recogida específica-- y donaciones de ropa", aunque asegura que estas últimas son más habituales.

Desde el área de Badajoz-Mérida de la organización, José María Vega también confirma la tendencia al alza, asegurando incluso que "las aportaciones anuales de los socios y las donaciones esporádicas de los colaboradores, se han doblado con respecto al año anterior". Sin embargo, afirma que al igual que se han duplicado las ayudas, también se han duplicado las necesidades de la gente. "Cada vez nos llaman más personas, sobre todo familias en paro que no pueden subsistir con la prestación por desempleo", afirma.

Por ello, en Cáritas, además de cubrir las primeras necesdidades de forma inmediata, desarrollan programas "para intentar dar ánimos y que los afectados se ayuden así mismos". Dice que en tiempos de crisis "es difícil, pero se puede hacer". Trabajan con dependientes, personas sin hogar, desempleados, ancianos que viven solos, inmigrantes o madres de familia en situaciones de dificultad.

Por su parte, en Cruz Roja Extremadura también han notado esta tendencia al alza. El director general de comunicación de la entidad en la región, Jesús López, aseguró que "el número de aportaciones económicas se ha incrementado porque en este año cuentan con 2.000 socios nuevos". Pero sobre todo, en Cruz Roja, han notado un considerable aumento en el número de personas que se han incorporado a labores de voluntariado.

Según López, la mayoría se trata de personas desempleadas que quieren ocupar su tiempo libre haciendo estas actividades, por lo que además del Area de Socorro, también prestan ayuda en centros penitenciarios, atendiendo a las personas dependientes o a los mayores o trabajando en campañas de exclusión social, aprovechando así su formación en este área, como hacen por ejemplo, los psicólogos.

Sin embargo, a pesar de la buena voluntad de los extremeños, oenegés como Farmamundi o Cáritas están "preocupadas" por que los recortes anunciados por los gobiernos reduzcan seriamente su capacidad de trabajo, aunque todo apunta a que no será así, al menos en Extremadura. Ya en el pasado mes de mayo la Coordinadora Extremeña de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (Congdex), instó a que las medidas de recorte anunciadas por los gobiernos "no afectaran a las personas más vulnerables, que son las que sufren la crisis sin haber contribuido a provocarla". Y de momento, no han notado que las aportaciones del Gobierno regional se hayan reducido --no ha ocurrido lo mismo con las obras sociales de las cajas de ahorro-- y según los datos anteriores, proporcionados por la Junta de Extremadura, no parece que vayan a disminuir, sino todo lo contrario. Porque un presupuesto de 63 millones de euros para realizar proyectos de cooperación hasta el 2013, es suficiente para que estas organizaciones respiren tranquilas.