Nunca fue su fuerte y, en cambio, la conocida Ferretería Lamagrande de Badajoz vende ahora más cajas fuertes que nunca, valga la paradójica redundancia. Es una de las muestras de cómo la crisis está reactivando actividades en desuso, en base a la necesidad de recortar gastos. Así, ahora en vez de tirar directamente la aspiradora que se estropea, se está retomando la costumbre de llevarla a reparar, mientras que arreglar el último arañazo del coche pasa a un segundo plano en favor de cambiar los neumáticos o repasar el estado del motor.

Incluso a los cubiertos y tijeras se les da una segunda oportunidad. No en vano, afilar unas tijeras de modista cuesta cinco veces menos que los 15 euros que vale una nueva, explica Vicente Pérez, cuchillero-vaciador desde hace más de tres décadas en Plasencia. Y el bolsillo de los extremeños no anda como para despreciar esa rebaja. Así lo confirma Vicente, cuyo establecimiento se dedica tanto al vaciado de utensilios como a su venta, que ha disminuido de forma proporcional al aumento del afilado.

Algo similar ocurre en el establecimiento de reparación de pequeños electrodomésticos de Francisco Javier Vélez, en Mérida. La tendencia de la gente a arreglar cada vez menos sus aparatos e irse directamente a por uno nuevo se está revirtiendo en los últimos tiempos. Sobre todo si se trata de aparatos de cierta envergadura, como una aspiradora o un microondas. "Se lo piensan más a la hora de decidir si reparar el aparato o tirarlo a la basura", constata Francisco Javier.

Muchos más presupuestos formulan también en el Taller Parra, en Badajoz, propiedad de Enrique Parra. Este explica cómo en los últimos tiempos se nota que comprar un vehículo es una decisión que ya no se toma con tanta ligereza como en los últimos años y cómo cada vez más gente acude a consultar cuánto les costaría reparar su coche. Además, también han cambiado las preferencias, de modo que se da prioridad a "lo fundamental" (neumáticos y motor) frente a la estética (chapa y pintura).

Además de reparar más sus bienes, los extremeños también optan cada vez más por adquirirlos de segunda mano. De este modo está ocurriendo, por ejemplo, en el centro dedicado a la restauración y venta de artículos usados de Reto en Mérida. Su encargado, Oleg Zaporozghtsew, explica que no solo acuden más clientes en busca de muebles, electrodomésticos e incluso ropa, sino que además "regatean más los precios". "No es que nosotros pensemos que el aumento de la demanda está relacionado con la crisis, es que son los propios clientes los que reconocen que es así", añade.

Muchos de esos muebles comprados en Reto, constata Oleg, van destinados a viviendas de alquiler, ya que mucha gente se ha visto obligada, dadas las dificultades que atraviesan sus economías familiares, a posponer la compra de su vivienda. Un fenómeno que, por otro lado, está contribuyendo a mantener activas muchas inmobiliarias, como la que posee Manuela Pérez en Cáceres. "Nos están ayudando mucho los alquileres no solo de vivienda, también de naves, locales... porque la venta está totalmente estancada".

Pero no solo los grandes gastos, como el de la vivienda, están viéndose afectados por la crisis, que también está modificando los hábitos diarios de los consumidores extremeños. No es solo que no se puedan comprar casas, es que las sardinas están desbancando al marisco en las mesas. Esta es la percepción del placentino Alfonso Llorente, dueño de la Pescadería Sete, que asegura que incluso se ajustan las cantidades: "si antes para una familia de tres se llevaban un kilo de truchas, ahora se llevan tres unidades", ejemplifica.

HASTA EN EL VIDENTE Y es que la crisis se está dejando notar hasta en las consultas a los videntes y expertos en cultura esotérica. Así lo han confirmado miembros de este sector en el Foro Internacional de las Ciencias Ocultas y Experimentales, que se celebra estos días en Madrid. Los participantes en este encuentro han advertido que temas como el empleo, la economía familiar y la vivienda han desbancado a la búsqueda de pareja como principal preocupación entre quienes solicitan los servicios de estos especialistas.

"Vendo, traspaso, compro y alquilo": así resume una alquimista los desvelos de los clientes que se acercan hasta su puesto, informa Efe. Este es un ejemplo más de cómo la crisis ha cambiado las prioridades y que pagar la hipoteca o tener un empleo se consideran ahora más importantes que encontrar el amor.