La elección de Alberto Ruiz- Gallardón como nuevo alcalde de Madrid estuvo contaminada por la crisis de la comunidad autónoma provocada por la traición de dos diputados del PSOE. El candidato del PP obtuvo el respaldo de sus 29 concejales, entre ellos el de la nueva concejala de Asuntos Sociales, Ana Botella, esposa del presidente José María Aznar. Este no asistió a la sesión.

En su discurso de investidura, Ruiz-Gallardón evitó pronunciarse sobre la situación del Gobierno regional, más allá de recordar que deberá compatibilizar su nuevo cargo con el del presidente regional en funciones debido "a las circunstancias políticas".

DEFENSA DE LA DEMOCRACIA

Quien sí se decidió a coger el toro por los cuernos fue la portavoz socialista, Trinidad Jiménez. Esta recordó que la "voluntad de los ciudadanos ha sido violada en la comunidad por la intervención indigna de dos personas que quieren secuestrar la voluntad" de la ciudadanía "y anular el veredicto de las urnas".

Por ello, exigió a los diputados corruptos, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que devuelvan su acta. Y al alcalde y a los concejales, que se comprometan a proteger la democracia para que los corruptos y los corruptores sepan que "el dinero no puede prevalecer sobre los votos". La portavoz de IU, Inés Sabanés, exigió "transparencia" para devolver a los ciudadanos la confianza en las instituciones. Y exigió el "esclarecimiento de hechos altamente sospechosos y peligrosos" .

Al acto asistieron el ministro de Justicia, José María Michavila, y el de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, que se incorporó después de la elección de Ruiz-Gallardón. Arenas declaró que su partido no pedirá a los diputados traidores que renuncien al escaño.

También acudieron los candidatos a la presidencia regional del PP y del PSOE, Esperanza Aguirre y Rafael Simancas, respectivamente. La candidata popular evitó sentarse al lado de Simancas, como marcaba el protocolo, al impedir que los hijos de Ruiz-Gallardón se cambiaran, por lo que actuaron de barrera entre ambos. El alcalde saliente, José María Alvarez del Manzano, también ocupó un lugar destacado en la tribuna de invitados y fue uno de las personas que recibió más muestras de cariño.

LA MAS BESADA

Al final del acto, Ana Botella fue una de las más felicitadas y besadas. La nueva concejala de Asuntos Sociales pidió que se la juzgue por sus acciones. "Por lo que haga bien o mal, independientemente de cual sea mi situación matrimonial. Exactamente igual que el resto de concejales", subrayó.