Cristina Sagarzazu es la viuda del ertzaina Montxo Doral, asesinado por ETA hace diez años en Irún (Guipúzcoa), mediante una bomba lapa bajo su coche. Se enteró del alto el fuego mientras trabajaba, y al principió lo tomó a broma. "Con estas cosas no bromeo", le replicó su amiga al teléfono. Tras el impacto, las emociones: "Se me juntó todo, alegría y tristeza, porque para mi llega tarde, pero tengo hijos y sobrinos, y es su futuro". Una idea le vuelve a la cabeza: "A ver si no la fastidian".

Cree que el paso de ETA "va en serio" y pide a los políticos estar a la altura: "Y si no están capacitados, porque tenemos pocos años de experiencia democrática, que pidan ayuda fuera. Pero no podemos cometer errores como en la transición". Cristina advierte de que no será fácil: "Los partidos deben saber que tendrán que meterse algunas cosas en el bolsillo, y la sociedad también tiene que ser consciente de que la solución no va a contentar a todos".

No cree que sea momento de pedir generosidad a las víctimas para abordar un proceso de paz: "En todo caso que nos reclamen autocontrol". Sabe que podría toparse en un futuro con el asesino de su marido, pero lo acepta: "No es lo deseable, pero si la sociedad ve que es la única solución, pues el problema es mío, personal. Si yo me lo encuentro un día de la calle con su hijo de la mano, pues igual le salto al cuello, o le digo que mi hijo no puede estar con su padre por su culpa".--A. U.