Soluciones para unos, migajas para otros. Ante el inicio del paro general del transporte por carretera, al que se añade la huelga de buena parte de la flota pesquera española --ayer se sumaron a la convocatoria los pescadores vascos y cántabros--, la Administración anunció ayer que en los próximos días lanzará un paquete de medidas para aliviar la situación de ambos sectores frente a la subida del precio de los combustibles. Sin embargo, los manifestantes ya han adelantado que se trata de iniciativas insuficientes.

El director general de Transportes por Carretera del Ministerio de Fomento, Juan Miguel Sánchez, aseguró ayer que a mediados de semana presentarán un paquete cerrado de medidas "potentes". Entre ellas destaca la reforma de las normativas mercantiles para que los transportistas puedan efectuar revisiones en sus tarifas ante situaciones adversas como el encarecimiento del gasóleo. De esta forma, podrían trasladar libremente el incremento de sus costes a los precios en sus contratos. Sin embargo no está la posibilidad de ofrecer a los transportistas una tabla de tarifas mínimas para cubrir gastos, como exigen para desconvocar la huelga.

Por contra, el Gobierno puede incluir líneas de crédito para la reestructuración del sector y ayudas fiscales (quizá la supresión del céntimo sanitario que grava los combustibles), de tráfico y de eficiencia energética.

Pero Julio Villaescusa, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de Carretera (Fenadismer), echó ayer por tierra estas propuestas y dijo que la cláusula para los contratos que propone Fomento lleva muchos años en la legislación mercantil. En su opinión, tampoco son nuevas ni contribuirán a solucionar el problema las ayudas para abandonar la actividad, ni el crédito para renovar la flota.

Así, a pesar del gabinete de crisis abierto por el Gobierno y del optimismo del Ministerio de Fomento, donde ayer se hablaba incluso de la posibilidad de que la huelga se desconvocara antes de que llegara la medianoche, las posturas de las partes parecen alejadas. De hecho, Villaescusa negó que se hayan producido contactos con la Administración durante el fin de semana y se preguntó cuáles son las razones para que el director general haya hablado de una posible solución.

Primeros incidentes

Los primeros incidentes comenzaron a producirse ayer. Por la mañana los transportistas de la Plataforma Nacional intentaron colapsar la autopista AP-7, en las cercanías del Circuito de Cataluña, circulando con lentitud en los laterales de esta vía. Lograron cinco kilómetros de colas.