La decisión sobre quién será el candidato a presidir la Junta de Extremadura está perfectamente regulada en los estatutos y reglamentos del PSOE, y se articula en cuatro pasos obligatorios al que se uniría uno más opcional.

El trámite que puede obviarse es el de las primarias, instituidas tras la derrota electoral socialista en las generales de 1996 y que luego han ido languideciendo. Según las normas internas del PSOE, habría primarias a propuesta de la Ejecutiva regional, el Comité Regional o si lo pide el 15% de los militantes. Estas serían las formas de proponer candidatos y si hay más de una propuesta se realizaría una votación para elegir a uno.

Sin embargo, los reglamentos contienen una importante excepción aplicable de lleno al caso extremeño. En el caso de que se trate la elección de un candidato a una institución (la Junta) gobernada por el PSOE, será el Comité Regional el que decida si hay primarias u opta directamente por alguno de los aspirantes propuestos.

Primer paso

En la situación actual, se puede dar como seguro que las primarias quedan descartadas. Quedarían así cuatro pasos.

El primero fue el que se dio ayer. La Ejecutiva regional, compuesta por 35 miembros incluidos el presidente del partido en Extremadura, Federico Suárez, y el secretario regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, tiene en sus manos la capacidad de proponer al candidato.

El segundo se ejecutará hoy con la presencia del secretario federal de Organización, José Blanco. La propuesta de candidato salida de la Ejecutiva debe pasar por el Comité Regional.

Este es el máximo órgano del partido entre congresos. En Extremadura está compuesto por un total de 224 miembros. Forman parte de él los 35 integrantes de la Ejecutiva mas los designados por cada agrupación comarcal en un número proporcional a la cifra de militantes de cada zona. En el proceso de elección de candidato tiene reservada la competencia para decir la última palabra en Extremadura, y aprobar o no la propuesta de la Ejecutiva.

Decisión en Madrid

A partir de ahí, la decisión queda en manos de los órganos federales del partido. En primer lugar, la propuesta aprobada en Extremadura llega al Comité Federal de Listas.

Este organismo está compuesto por miembros de la Ejecutiva Federal y el Comité Federal, con mayoría de estos últimos. Su cometido es examinar la trayectoria personal, profesional y política del candidato propuesto y, previa audiencia al secretario regional, emitir un dictamen.

De este modo el proceso llega a su último paso, el de la aprobación definitiva. La capacidad para decidir queda en manos del Comité Federal.

Visto el dictamen de la Comisión de Listas, tendrá que ratificar la propuesta surgida desde Extremadura.

Esto supone que, sobre el papel, un candidato surgido de los órganos de gobierno regionales podría ser descartado en Madrid. Sin embargo, constituye un hecho excepcional el que el Comité Federal no avale lo dicho por los órganos regionales y trate de imponer otro candidato, menos si cabe en situaciones donde el PSOE está en el gobierno, como es el caso de Extremadura.