El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes ha incluido seis instalaciones fabriles extremeñas en desuso dentro del Plan Nacional de Patrimonio Industrial, que pretende, en una primera fase, recuperar un total de 49 recintos en todo el país, la mayor parte de ellos construidos a principios del siglo XX y luego abandonados, para su utilización con fines culturales.

En lo que corresponde a Extremadura, el listado elaborado por el Instituto de Patrimonio Histórico Español, adscrito al ministerio, incluye la antigua fábrica de harinas de Plasencia, la mina de Aldea Moret, una bodega en Almendralejo, y los poblados ferroviarios de Arroyo-Malpartida, Monfragüe y Almorchón.

En el caso placentino, se trata de un edificio industrial de principios del siglo pasado, que el Ayuntamiento compró en su día a los propietarios, la familia Serrano. Además, se da la circunstancia de que la fábrica, situada en el Parque de la Isla, sobre un antiguo molino medieval, fue la edificación elegida para hacer el primer ensayo con luz eléctrica en la capital del Jerte. Actualmente, una parte del inmueble está en un estado aceptable, tras haber sido rehabilitada por la Escuela Taller, mientras el resto presenta un aspecto ruinoso.

SIN PROTECCION LEGAL

Por lo que se refiere a las instalaciones mineras de Aldea Moret, las construcciones datan de mediados del siglo XIX, y se levantaron alrededor de la denominada Mina de la Abundancia. Tras un progresivo declive a partir de mediados del siglo pasado, en los años 60 se abandona la explotación, y los mineros son sustituidos en el pequeño poblado adyacente por inmigrantes que llegan a buscar trabajo en Cáceres. Una parte de este recinto, en concreto el pozo de extracción, ha sido rehabilitado con cargo al proyecto regional Alba Plata.

En cuanto a la bodega de Almendralejo, la decisión podría estar, según explicó el alcalde José María Ramírez --quien matizó que no ha sido informado aún oficialmente de esta cuestión--, entre la antigua bodega ubicada en los bajos de la Plaza de Toros, o la alcoholera que hay junto al Parque de la Piedad.

Este último inmueble, además, es una de las alternativas barajadas para ubicar el futuro Museo del Vino de Extremadura.

Al margen de las actuaciones sobre instalaciones aisladas, el Plan Nacional ha incluido tres poblados ferroviarios de la región, recogidos en el inventario realizado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles.

Se trata de los de Arroyo-Malpartida, que nació alrededor de la estación del mismo nombre, Monfragüe --antigua estación de Palazuelo-Empalme--, y Almorchón, muy cerca de Cabeza del Buey. Las historias de estos tres núcleos son similares, con momentos de esplendor a principios del siglo XX, y luego una paulatina decadencia que culminó en los años 60 con el cierre de las estaciones.

Todas estas actuaciones fueron designadas como prioritarias por la Junta, y en este momento se encuentran en estudio previo para su recuperación, que, previsiblemente, no se iniciará hasta el próximo año.

Además, este listado sólo constituye la primera fase de un planteamiento amplio de rehabilitación del patrimonio industrial iniciado por el Ministerio de Cultura, pero al que podrían unirse aportando también fondos los de Fomento y Medio Ambiente. El objetivo es tratar de salvar unos bienes históricos que, finalizada su época de rentabilidad, están expuestos a desaparecer, al carecer de protección legal que impida su destrucción.