El 3 de diciembre del 2005 agentes de la Guardia Civil de Don Benito y Castuera entraban en el coto Los Lunares tras escuchar unos disparos.

El espectáculo que se encontraron en el interior del coto no fue agradable. Un tigre abatido a punto de ser despellejado, otro tigre y un león en pequeñas jaulas y una pareja de cazadores madrileños con una cámara digital en la que había fotografías en las que posaban con el animal muerto.

Pero el camino de esos tigres y ese león antes de llegar a Monterrubio de la Serena no fue sencillo. EL PERIODICO EXTREMADURA ha reconstruido la historia de estos animales y ha descubierto, entre otras cosas, que había un tercer tigre.

El viaje más largo

A la hora de transportar animales de este tipo es imprescindible contar con una jaula especial. En este caso las jaulas procedían del Zoo Granjas Koki, un zoológico de la localidad toledana de Santo Domingo que dirige el extremeño Víctor Hernández. Según explica él mismo, un conocido le puso en contacto con una persona de Monterrubio que le pidió el favor de prestarle unas jaulas.

A partir de ahí no supo nada más. "No sé ni quienes son, me enteré de todo por la televisión", asegura.

El segundo paso era encontrar los animales. A través de antiguos contactos los responsables de Los Lunares acudieron al Zoo Safari Park de San Vicente de Hinojosa, también en la provincia de Toledo. Su propietario, Jesús Moraleda, detalló a este diario que "por mediación de un amigo llegó un hombre de Monterrubio y nos dijo que iba a abrir un safari park y que necesitaba unos tigres". Se daba la circunstancia de que tenía nuevos cachorros y estaba buscando sitio para los más grandes. Fue entonces cuando el enviado de la finca extremeña le prometió "que iban a estar en un sitio más grande, con 8.000 ó 10.000 metros, donde iban a poder correr".

Finalmente decidió donar tres tigres y un león que tenía un ojo mal "pero que no estaba tuerto". Al ser una donación para un supuesto safari park el transporte fue totalmente legal, puesto que el propio Moraleda hizo la guía de los animales en Talavera de la Reina. Semanas después reconoció a su león en el telediario. Se sintió "engañado" porque "es la primera vez" que vé "algo así".

De San Vicente de Hinojosa salieron tres tigres y un león, pero la Guardia Civil solo encontró en la finca dos de los tigres y el león. El tercer tigre había desaparecido, pero fuentes cercanas a la investigación confirmaron cuál fue su triste final.

Poco antes de la intervención de los agentes este tigre fue abatido en la cochera de Manuel Domínguez, el gestor del coto Los Lunares y principal acusado de este caso. Le dispararon con un rifle del calibre 22 y sufrió una larga agonía. Al parecer en esta ocasión el cliente solo estaba interesado en obtener los trofeos, por lo que el animal fue desollado. Su carne se usó para dar de comer al resto de los tigres y al león y los restos fueron incinerados.

Este diario también contactó con Manuel Domínguez para que ofreciera su versión de los hechos y diese, si es que la había, alguna explicación. Su respuesta fue contundente: "No tengo ninguna versión".

El resto de la historia está aún por escribir.