A la espera de que las investigaciones determinen el grado de responsabilidad del maquinista, hay algunas cosas que están claras. Si en el tramo en el que el tren descarriló hubiera habido otro sistema de seguridad más moderno, como el que regía en el tramo inmediatamente anterior de la misma vía (ERTMS), habitual en las nuevas líneas de alta velocidad, el exceso de velocidad mortal no se habría producido. El ERTMS (European Rail Traffic Management System) habría frenado al Alvia. Sin saber todavía por qué el maquinista tomó la curva de A Grandeira a más del doble de la velocidad límite, el ERTMS lo hubiera evitado.

En la carta de itinerario que el trabajador de Renfe tenía sobre el cuadro de mandos --una información que llevan siempre delante-- se especifica que, justamente a la altura del kilómetro 84,2, antes de llegar a la bifurcación, se rebaja la velocidad máxima permitida de los 220 kilómetros por hora a 80.

También es el punto exacto en el que se abandona el sistema de seguridad ERTMS por otro, seguro pero más antiguo: ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático). Este solo frena al tren si este se salta un semáforo o una señal de limitación extraordinaria, por ejemplo, por obras. Pero si el tren lleva exceso de velocidad pero no se salta ninguna señal, el ASFA no actúa.

'DIALOGO' CONSTANTE Si en el tramo del siniestro hubiera habido ERTMS, dispositivo más moderno e inteligente en el que la infraestructura y el tren dialogan constantemente, un exceso de velocidad habría sido neutralizado inmediatamente. El ERTMS, que el maquinista había abandonado un instante antes sí supervisa estrictamente la velocidad del tren. Por eso algunos responsables aseguran que se trata de una conducción completamente segura. El sistema envía señales al tren para que, por ejemplo, si en los siguientes 10 kilómetros debe reducir de 250 kilómetros por hora a 100, se haga de forma paulatina.

Por otra parte, ayer se dio a conocer algunos comentarios que el maquinista del tren siniestrado realizó el pasado año en su perfil de Facebook. El 9 de marzo del año 2012, publicó una foto de un medidor de velocidad que marcaba 200 kilómetros por hora. Y, a la broma de un amigo, respondió: "Qué gozada sería ir en paralelo con la Guardia Civil, y pasarles haciendo saltar el radar. Je je. Menuda multa para Renfe. Je je...", una broma entre amigos que fuera de contexto tendría otro significado al que tiene realmente.