La polémica sobre Educación para la Ciudadanía hace ya tiempo que sobrepasó los límites del ámbito educativo, saltando inevitablemente al político. Extremadura no ha sido ninguna excepción, sobre todo teniendo en cuenta que está entre las primeras que comenzarán a impartir la nueva asignatura el próximo curso.

De hecho, el Partido Popular extremeño reclamó recientemente un debate social sobre la polémica materia, al considerar que el Gobierno instrumentaliza la enseñanza para imponer los valores del socialismo y producir un cambio general de mentalidad. Así lo manifestó el pasado 13 de junio su secretario regional, César Díez Solís, destacando la preocupación de su partido por la "imposición" de esta asignatura.

Para el PP en la región, Educación para la Ciudadanía es una asignatura innecesaria al existir la educación en valores, que ya se imparte de forma transversal y "aséptica" durante toda la enseñanza. También considera "perniciosa" su incorporación al currículo educativo en una región como la extremeña que tiene las mayores tasas de fracaso escolar, las menores de graduados en educación secundaria obligatoria y más abandono escolar prematuro.

Ante esta concepción, la Junta respondió a través de un comunicado asegurando que el PP parecía "desconocer" la nueva asignatura. Además, el Gobierno regional consideró "preocupante" que su secretario regional, Díez Solís, mostrara tan escaso grado de acuerdo con el principio de que "educación es medio más adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica".