En la carrera por la movilidad eléctrica, Seat, Iberdrola y Telefónica trabajan conjuntamente en un proyecto de inversión que contempla la explotación de la mina de litio de Cáceres y la instalación de una fábrica de baterías, que se podría llegar a vincular a este proyecto extractivo si cristalizaran todas las negociaciones en marcha. En la actualidad existen dos iniciativas vivas destinadas a la explotación del litio en España y ambas están en la provincia de Cáceres.

Por un lado está la que lidera Lithium Iberia y que afecta al antiguo yacimiento de Las Navas, en Cañaveral, con permisos de investigación en vigor desde hace dos años. Por otro lado estaría la que abandera Tecnología Extremeña del Litio (TEL), para explotar el yacimiento San José Valdeflórez, cerca del casco urbano de Cáceres, que aunque inició antes los trámites está parado en estos momentos (la Consejería de Transición Ecológica paralizó hace más de un año los permiso de investigación) y que despierta además un fuerte rechazo en la ciudad por la posibilidad de que se abra una mina en las inmediaciones del casco urbano. El Ayuntamiento de Cáceres ha mostrado en reiteradas ocasiones su negativa a tramitar los cambios urbanísticos que precisaría el proyecto minero. En todo caso, esta iniciativa parece ser la más próxima a las negociaciones en marcha porque su puesta en funcionamiento supondría activar el segundo mayor yacimiento de Europa y el más grande de la península.

Primeros pasos

La iniciativa que abanderan las tres multinacionales está en una fase incipiente, pero cuenta con la colaboración del Ministerio de Industria. El objetivo es desarrollar todos los eslabones de la cadena de valor del coche eléctrico con el apoyo del Fondo Europeo de Reconstrucción, lo que abarcaría desde la extracción del litio y la transformación del mineral para producir baterías, al desarrollo industrial del coche eléctrico. También trata de perfilar el despliegue de los puntos de recarga y los planes para una movilidad segura en un contexto de transformación digital, de ahí que junto a Seat estén también Iberdrola y Telefónica en la iniciativa, según avanza el Periódico de Cataluña. Como trasfondo de toda la iniciativa, la necesidad de acelerar el paso en el desarrollo de la movilidad eléctrica y el deseo de acabar con la dependencia actual de terceros países para obtener el litio, producir baterías, en un contexto en el que los compromisos para frenar el cambio climático sitúan al vehículo eléctrico como el futuro de la automoción.

Al proyecto le quedan aún bastantes cuestiones por concretar y paralelamente los responsables de TEL (tras la que están Infinity Lithium y Sacyr) continúan dando pasos para lograr desatascar su proyecto extractivo; el último, el anuncio esta semana del fichaje del exdirigente de Ciudadanos en la región, Cayetano Polo, para realizar funciones de asesoramiento ambiental. Según confirman, la empresa mantiene un contacto «activo y fluido» en las negociaciones que se están llevando cabo en relación con el megaproyecto y consideran además que el hecho de que se contemple la explotación de este yacimiento dentro de la iniciativa es consecuencia de la comunicación que han mantenido todo este tiempo con los distintos actores que intervienen en toda la cadena de suministro.

Una fábrica

Según avanzan, en el contexto de las conversaciones tratan de consolidar no solo la explotación del yacimiento, sino que además se vincule a su proyecto la fábrica de baterías que se contempla para nutrir a la industria del automóvil. «El hecho de que Cáceres albergue un litio de tal calidad y abundancia y una fábrica de obtención de hidróxido de litio (ese proyecto está vinculado a la apertura de la mina), nos colocaría a la cabeza para albergar la fábrica de baterías que demandan los productores de energía y fabricantes de vehículos», plantean desde Tecnología Extremeña del Litio. En estos momentos hay distintas iniciativas por todo el país, destinadas a poner en marcha fábricas para producir baterías de litio. Una de ellas es la que proyecta en Badajoz Phi4tech, vinculada inicialmente al proyecto minero de Cañaveral.

Desde hace dos años, Europa trata de acelerar el paso en la carrera por desarrollar la movilidad eléctrica, lo que pasa necesariamente por explotar sus propios recursos mineros de litio (ahí España puede situarse a la cabeza) y ponerlos en valor para fabricar los acumuladores de energía que requiere el futuro de la industria automovilística. En el caso de España, está en juego además el 13% del PIB y los miles de empleos que las el sector del automóvil: si el desarrollo de la movilidad pasa por el coche eléctrico, tener la capacidad de producir los nuevos modelos es esencial para garantizar el futuro del sector y de hecho, según confirma Seat, en los planes de la empresa está empezar a producir en su planta de Martorel un modelo de vehículo eléctrico a partir del 2025, cuando se espera que el mercado del coche eléctrico esté ya más consolidado. Que para entonces se estén produciendo ya baterías de litio en España con material extraído también en su territorio, supondría un importante impulso al sector.

Frente hispano-luso

Pero el futuro de la industria automovilística preocupa también en Portugal y de hecho la transformación hacia la movilidad eléctrica es uno de los asuntos que se abordaron en la Cumbre hispano-lusa que se celebró el pasado mes de octubre en Guarda, en la que Pedro Sánchez y Antonio Costa plantearon la posibilidad de trabajar conjuntamente en este campo. La idea es que ambos países vayan de la mano para que la península ibérica se consolide como núcleo para abastecer de litio al resto de Europa. Eso supone, según explicó entonces Antonio Costa, no solo que ambos países se consoliden como zonas de extracción de sus reservas de litio (en el entorno de la provincia de Cáceres), sino también como puntos de producción industrial, con el fin de fomentar el asentamiento empresarial también en territorios transfronterizos.