Desconfianza entre la oposición política, cautela en el entorno cultural y rechazo entre los agente sociales vinculados al proyecto de la Capitalidad y el sector empresarial. Las reacciones que causó ayer la decisión de paralizar el ambicioso proyecto de la Ciudad de las Artes fueron tan variadas como las voces que las pronunciaron; aunque las más contundentes proceden de quienes ven en este proyecto un elemento de identidad del Cáceres del futuro, y una baza con la que jugar con garantías el reto del 2016. "Igual que sucede con Womad, la Ciudad de las Artes es un proyecto que da valor a la ciudad", reflexionó por la mañana Juan Ramón Civantos, presidente de la Fundación Cáceres Capital, que ayer participó, junto a la alcaldesa, Carmen Heras, en un desayuno con empresarios destinado a recabar apoyos para la candidatura. "¿Qué pasará con la Ciudad de las Artes?", preguntaron también ellos a Heras.Para los grupos políticos en la oposición dentro del ayuntamiento de Cáceres, la noticia, no por esperada, dejó de causar sorpresa. Para el PP la crisis es "una excusa" con la que la Junta trata llevar el proyecto "a las razones que ya expusimos nosotros", dijo la portavoz popular Elena Nevado, que en el pleno municipal del pasado mes de mayo, apoyó una moción de IU, que solicitaba instar a la Junta la retirada del PIR. Por eso ayer el autor de la propuesta, Santiago Pavón, veía la decisión de la Junta como "una oportunidad" para que la Ciudad de las Artes viera la luz en el espacio que ellos señalaban: el entorno de la Ribera del Marco (una zona en el interior de la ciudad y en proyecto de recuperación).

En cuanto a los agentes culturales, la Ciudad de las Artes es "una propuesta interesante" que, más allá de la carcasa "debe ser generadora de contenidos".