La de Plasencia fue ayer una cabalgata pasada por agua de principio a fin. Llovió durante todo el día en la capital del Jerte, sin parar, y los rumores sobre una posible suspensión o cambios horarios o de ubicación se dispararon, pero pasadas las cuatro de la tarde, el alcalde anunciaba a través de las redes sociales que el desfile se mantenía, a la misma hora y con el mismo recorrido. «La previsión de lluvias no puede cercenar el deseo de los Magos de Oriente y tampoco la ilusión de los más pequeños. Disfrutemos de esta tarde/noche mágica».

También se mantenía el espectáculo de Trasto, Truka y la profesora Trova, previsto para las seis de la tarde, pero que finalmente comenzó en torno a las 18.45 horas. Porque la lluvia no cesaba y porque ya había niños en la plaza Mayor, aunque muchos menos que en cabalgatas de años anteriores y la mayoría resguardados bajo los soportales o con paraguas.

puNtuales / A las siete de la tarde salían del recinto ferial las seis carrozas de este año. Los niños que iban en ellas eran los únicos que iban preparados para la lluvia. En alguna carroza, bajo plásticos, en otra, con chubasqueros y los menos mojados, los de la carroza de los scouts, techada.

Pero el resto, los Reyes Magos, los voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja, bomberos, personal de seguridad privada etcétera, se mojaron. También un grupo de jóvenes que participaron disfrazados de personajes de películas Disney como La Bella y la Bestia, Aladin, Nemo y otras.

A paso ligero fueron bajando hacia la avenida de Salamanca, pasando por los Arcos de San Antón y la avenida de La Salle, hasta llegar a la calle del Rey y, un poco antes de las ocho de la tarde, a la plaza Mayor, su destino.

Por el camino, grupos de familias, pero mucho menos numerosas que en años anteriores. Sin duda, la lluvia echó a muchos para atrás. Recoger caramelos mojados o caídos en charcos tampoco hacía mucha gracia a los pequeños, por lo que en las calles se podían apreciar muchos tirados en el suelo.

La animación de Santos Music recibió a la comitiva real, con las carrozas de los tres Reyes, más una de las asociaciones de vecinos, otra de los bomberos y la de los scouts. Se pudo ver a Vicky el Vikingo, una estrella de Oriente, la escalera de rescate de los bomberos... El desfile dio la tradicional vuelta a la plaza Mayor, con mayores y pequeños cobijados bajo los paraguas, y después, los Reyes bajaron a saludar a los niños y a ser recibidos por el alcalde y algunos concejales del equipo de gobierno.

A continuación, subieron al balcón del ayuntamiento, desde el que habló el alcalde y sus majestades dirigieron su mensaje a los niños y nombraron a muchos y las peticiones recibidas en sus cartas. Todo, por primera vez, con traducción simultánea a la lengua de signos.

Tras el mensaje real, una sorpresa, cañones que lanzaron multitud de pequeños papeles blancos a modo de nieve artificial y, como colofón, un espectáculo de luz y sonido que no dejó indiferente y gustó mucho. Después, a limpiar y de vuelta al ferial para prepararse para una noche de reparto.