El recorte previsto de las ayudas directas a los agricultores y ganaderos de la región anunciado el pasado martes en Bruselas por la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, "se llevará a todo el sector por delante". Así de contundente se expresó ayer Timoteo García, tabaquero de Aldeanueva de la Vera. Este agricultor, de 52 años, augura un futuro incierto, ya que en su caso asegura que no hay alternativa posible al cultivo del tabaco. Opina que la Junta y el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación son los que deben dar el paso. "Son los políticos los que han de librar una batalla campal para que los recortes no se lleven a cabo", añadió.

Tampoco descartó la posibilidad de que puedan convocarse movilizaciones en la zona para defender los intereses que hay en juego, "que no son pocos", señaló. Por otra parte, recordó que hay muchos agricultores que han realizado altas inversiones y que ahora "no saben qué camino tomar, ni qué proyecto poner en marcha", afirmó.

A la espera

José Manuel Amores es un ganadero del sector caprino de Casillas de Coria. Reconoce que si reducen las ayudas directas puede ser negativo para el sector, pero asegura que seguirá hasta que pueda. "Yo vivo de esto, pero como en cualquier trabajo hay que ir tirando hasta que se pueda y el día que no pueda más buscaré otro empleo", señaló.

Aún así, Amores, al igual que otros muchos compañeros de su sector, asegura que no sabe exactamente qué cuantías, ni qué plazos tienen estos recortes. "No estoy muy informado de eso, no sé exactamente lo que se ha decidido", confesó. De momento, asegura que no ve con preocupación lo anunciado desde Bruselas y en su caso está a la espera de recibir 3.600 euros por sus 300 cabras y el pago único del 2007 que "no llegará a los 3.000 euros" , concretó.

Cada agricultor ve con diferentes ojos el recorte de ayudas. Para Juan Manuel García, agricultor de Alagón, la decisión es preocupante. "Cualquiera que viva del campo necesita ayudas directas, si no no puede competir ante terceros países por lo que si las quitan sería la ruina total de las explotaciones familiares agrarias". En su caso, el recorte de ayudas le supondría dejar de percibir unos 20.000 euros. Las ayudas "no son para que nos lucremos" y aclaró que son para ayudar a los agricultores españoles a hacer frente a los países con coste inferior en sus producciones.

García produce 14.000 kilos de tabaco Virginia que vende a la fábrica de Cetarsa en Coria desde hace más de 20 años y asegura que si las medidas de Bruselas siguen adelante, "para el año que viene me estoy pensado dejar de cultivar tabaco", afirmó. Su situación se complica, ya que abandonar el cultivo del tabaco supondrá, a la vez, la desaparición de lo que ha sido hasta ahora su fuente de ingresos. "Me acogeré al cese anticipado, que son cuatro perras y me tendré que quedar en casa", manifestó.