El análisis de los resultados del 13-J ha concitado la unanimidad en CiU: peor, imposible. ¿Qué hacer para que este batacazo no sea el principio del fin? La receta oficial de la ejecutiva nacionalista pasa por "reformular el discurso y reforzar la federación, sin cuestionar los liderazgos". Sin embargo, en CDC, el varapalo electoral ha desatado una contestación hacia su secretario general, Artur Mas, al que reclaman un golpe de timón estratégico y organizativo.

Josep Antoni Duran Lleida explicó tras la reunión de la ejecutiva de CiU que la federación, "sin prisa, pero sin pausa", se pondrá manos a la obra para "reformular" su proyecto, "actualizar contenidos" y recuperar la centralidad política para volver a "conectar con el electorado" y "abandonar el purgatorio".

Aunque la cúpula de Converg¨ncia i Unió se esforzó en no transmitir una imagen de hundimiento, destilaba un acusado pesimismo y varios convergentes pusieron en tela de juicio el liderazgo de Artur Mas.

CRISPACION PALPABLE Fuentes de CDC explicaron que incluso un dirigente llegó a verbalizar su intención de disputar a Mas la secretaría general del partido en el congreso que está previsto se celebre en julio. Para muchos, este anuncio no pasa de ser "una bravuconada", pero juzgan imprescindible que Mas adopte "decisiones valientes".

Por su parte, el PSC interpreta sus buenos resultados como un espaldarazo al tripartito y a los socialistas dentro del equilibrio interno del Gobierno catalán.