1.- Para científicos y creadores

Una de las ediciones más apeteci-bles de la novela Frankenstein o el moderno Prometeo (Ariel) es esta publicada originalmente por el MIT que en sus notas hace especial hincapié en los aspectos más científicos. De hecho, la obra de Shelley siempre se ha interpretado como una parábola escrita en los albores de la revolución industrial de cómo la arrogancia científica puede destruirnos.

2.- Reivindicación de una autora

Mary Shelley i el monstre de Frankenstein (Angle Editorial), de Ricard Ruiz Garzón, coloca al monstruo innominado frente a la mayoría de los mitos fantásticos más reconocibles como King Kong, el Golem o Mr. Hide. Ese juego de espejos le obliga a interpretar la figura desde muchos aspectos y a la vez hacer un acto de justicia con Mary Shelley, porque todos conocemos el aspecto de la criatura, pero no de su creadora.

3.- La versión de Quim Monzó

El flamante Premi d’Honor de les Lletres Catalanes hizo en su momento una traducción del clásico que puede encontrarse en la colección La Butxaca. Esta edición parte del manuscrito reescrito por la autora en 1831, más pulido en cuanto a estilo, pero también más podado y edulcorado. Es una de las ediciones más conocidas y esta es, al fin y al cabo, la versión defintiva de la autora.

4.- Un clásico con un exhaustivo ensayo

La edición de Cátedra en castellano cuenta con un magnífico prólogo, casi un ensayo en sí mismo, de Isabel Burdiel, firme partidaria de la versión de 1818, que es la que se recoge aquí (también la edición del MIT se vale de ella). Burdiel, alejada de interpretaciones más psicologistas, basa su análisis especialmente en una mirada histórico-política.

5.- Una novela prohibida y una versión ilustrada

El cuidado con el que Nórdica realiza sus libros tiene aquí su mejor ejemplo en esta edición de bicentenario ilustrada por la dibujante vasca Elena Odriozola. El sello también recuperó una interesante edición de la novela prohibida de la autora, Mathilda, que solo pudo ver la luz en 1958 por la temática incestuosa que mostraba y que era un reflejo de la relación de la autora con su padre.

6.- El monstruo se sube al escenario

La versión que Maria Antònia Oliver en catalán de la versión de 1931, publicada en los 90 por Edicions de l’Eixample, está en la base de la dramatización que Guillem Morales ha realizado para el montaje teatral que estos días puede verse en el TNC, dirigido por Carme Portaceli y con Joel Joan, como la criatura, y Àngel Llàcer como un improbable doctor Frankenstein.