Para hacerse una idea del peso de la economía sumergida en Extremadura, basta decir que los 3.483 millones anuales de dinero negro que se mueven, según Gestha, equivalen a todo el gasto que la comunidad autónoma extremeña realizará este año en políticas sociales (3.572), a casi el doble del presupuesto de la sanidad regional

(1.801 millones), al dinero que ha ahorrado el Estado español durante los diez primeros años de implantación de los medicamentos genéricos (1997-2007) o al coste aproximado de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Badajoz.