Juan Manuel Barahona y Andrés Rivado son dos cuñados de Almendralejo que durante los últimos doce años han estado trabajando en Menorca en el sector de la construcción. Desde hace unos meses están de nuevo en Extremadura obligados por la dura situación que se vive en la comunidad balear.

Andrés cuenta que durante los diez primeros años no tuvieron ningún problema para encontrar empleo, estando siempre, además, muy valorados por el nivel de profesionalidad que tienen los albañiles extremeños o andaluces. "Siempre había trabajo esperando y eso hace que, aunque estés lejos de la familia y de tu tierra, puedas aguantar allí", cuenta.

Hace unos dos años que empezaron a sentir los efectos de la crisis y desde agosto del año pasado ya no encontraban trabajo en ningún sitio. Por eso decidieron regresar a casa. "Aquí tienes tu vivienda y con el subsidio de desempleo en Extremadura se puede vivir pero allí es imposible, además se reducen gastos y por ese motivo no cuesta trabajo volver", dice Juan Manuel.

Este almendralejense encontró trabajo al poco tiempo de regresar en una empresa local de construcción. "Aunque al situación laboral en la región también es complicada, los albañiles que trabajan bien y tienen una amplia experiencia laboral consiguen encontrar trabajo", explica.