Extremadura cuenta desde principios de año con una fiscalía especial de siniestros laborales, en la que trabajan dos fiscales, uno en Cáceres y otro en Badajoz, a quienes les llegan todos los asuntos relativos a estos incidentes, según indican desde la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. En la actualidad se está elaborando un protocolo de colaboración con los sindicatos, del que ya se cuenta con un borrador que ha sido enviado al Tribunal Supremo a la espera de que sea aprobado.

La Fiscalía de Extremadura instruyó el pasado año unas 550 causas por hechos relativos a la siniestralidad laboral. En unos casos se llegó a juicios de faltas, en los que se comprobó que eran consecuencia de alguna infracción, y en otros se procedió a su archivo, al no poderse demostrar o constatar la infracción. Pese a todo, en la mayor parte de estos accidentes, ocasionados normalmente por actos imprudentes, bien del propio trabajador o bien por la falta de medidas de seguridad en las empresas, se suele producir el archivo.

El archivo se debe a que nadie quiere presentar denuncia por los hechos ocurridos o porque no existe constancia probada de que haya tenido lugar una irregularidad en el ámbito de la adopción de las medidas de la seguridad e higiene correspondientes.