La muerte de un peatón y del motorista que lo atropelló en la noche del domingo en uno de los tramos más peligrosos de la N-110 ha disparado el debate sobre las malas condiciones de la carretera nacional que atraviesa el Jerte, con el añadido de que en sus márgenes han proliferado cientos de casas (segundas residencias), creándose núcleos urbanos sin control. El subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, anunció ayer que se tomarán medidas.

Cuatrocientos chalés, buena parte de ellos ilegales, han florecido junto a la N-110 entre Plasencia y Casas del Castañar. En apenas siete kilómetros (los que van del 9 al 16) viven ya en verano y los fines de semana más de 2.000 personas, según ha confirmado el alcalde de Casas, Oscar Expósito.

Forman, aunque de forma diseminada, un núcleo urbano que, en esta zona, convierte la carretera nacional casi en una calle más en la que se cometen múltiples imprudencias por parte de los peatones y los conductores. Ayer mismo, este periódico constató cómo decenas de personas cruzaban la N-110 por sitios indebidos, arriesgando sus vidas. A esto se añade que hay restaurantes que atraen a vecinos y turistas, especialmente los fines de semana.

Una imprudencia de este tipo es la que le costó la vida a Agustín Pérez Arias, de 75 años, que cruzó de noche la vía, sin chaleco reflectante, para tirar la basura a un contenedor. Allí encontró la muerte al ser arrollado por una moto, cuyo conductor, Ignacio García, de 41 años, también falleció.

Los vecinos de la zona, encabezados por Ignacio Cáceres, presidente de la Asociación N-110, han apuntado al Ministerio de Fomento como responsable de la mala señalización e iluminación del tramo. El máximo representante gubernamental en la provincia de Cáceres, Fernando Solís, anunció ayer la elaboración de un estudio pormenorizado del tramo de la carretera Nacional 110 donde murieron estas dos personas para ver qué medidas se pueden adoptar en la mejora la seguridad vial.

MAS SEGURIDAD Solís, acompañado por responsables de la Jefatura Provincial de Tráfico, mandos de la Guardia Civil, los alcaldes de las Casas del Castañar y Plasencia (en funciones), Oscar Expósito y Francisco Barbancho, respectivamente, y varios vecinos, visitaron el conflictivo punto. El subdelegado explicó que el objetivo de la visita era discernir sobre el terreno qué posibilidades de actuación inmediata permite el tramo donde se produjo el accidente para "dotar de mayor seguridad y tranquilidad a los vecinos que con asiduidad cruzan esta vía".

Aunque el asunto se abordará en una reunión convocada para el viernes, Solís adelantó que en principio se verá si el reglamento de circulación permite "que podamos disminuir la velocidad en el tramo (en la actualidad la velocidad permitida es de 70 y 50 kilómetros/hora), prohibir el adelantamiento y señalar la totalidad del tramo como poblado diseminado". De igual forma, destacó que estas medidas se pondrán en práctica con independencia de que en el transcurso de septiembre la Comisión de Infraestructuras y Seguridad Vial determine si se pueden llevar a cabo otras acciones como dotar de iluminación o instalar radares o medianas.

En cuanto a las causas del accidente que provocó la muerte del conductor de la moto y del peatón al que arrolló, Solís puso de manifiesto que, a la espera del atestado oficial y del informe forense, todo apunta a "una imprudencia del peatón, que cruzó una vía a las diez de la noche, por un sitio de poca visibilidad y sin ningún objeto reflectante". "Y como vemos este comportamiento se produce con asiduidad --agregó-- vamos a tener en cuenta esta circunstancia para estudiar actuaciones en materia de señalización independientemente de que la señalización actual es la correcta". De igual forma, el subdelegado aprovechó para pedir "máxima prudencia" tanto a los vecinos como a los conductores que utilizan este tramo.