«¡Estoy flipando y mi marido dando botes!», comentó ayer a este diario Ángela, una de las agraciadas con un décimo del número 91917, uno de los quintos premios del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad que dejó ayer en la capital cacereña alrededor de dos millones de euros muy, muy repartidos. Ángela estaba viendo el sorteo pero ni si quiera se dio cuenta de que su número era uno de los quintos premios. «Llevaba un rato viéndolo --el sorteo--, y lo iba a quitar ya incluso, cuando me ha llamado mi hijo diciéndome: ‘¡Mamá, que te ha tocado, que te ha tocado!’. Niño, déjate de tonterías que no estoy pa sustos, le he dicho yo», señaló.

La administración de la avenida de la Constitución, La Mina de Oro, ha sido la que más alegría ha provocado al vender 30 series del 91917, lo que supone 1,8 millones repartidos entre los vecinos de Aldea Moret y la localidad de Montánchez, a donde han ido 1,2 millones ya que el negocio Alimentación Toñi ha vendido 206 décimos que adquirió previamente en la administración. El número, que se cantó a las 12.33 horas en el noveno alambre de la octava tabla, supone 60.000 euros a la serie y 6.000 euros al décimo. «A lo mejor hay alguna persona que se ha llevado seis o siete décimos pero está muy, muy repartido el dinero», señaló una de las dos socias de La Mina de Oro, Inés Pedrera, que estaba especialmente emocionada por echar una mano --económicamente hablando-- a su barrio y a Montánchez, y, cómo no, por ser la primera vez que su administración reparte algún gran premio en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. «Desde 1996 que empezaron mis abuelos a trabajar en esta administración ya tocaba repartir algún premio», añadió Alba Pazos, la otra de las dos socias de La Mina de Oro.

«Viene muy bien para tapar agujeritos y disfrutar más de la Navidad», descubrió Ángela, que lleva más de un año en el paro y era la primera vez que jugaba. «Yo soy más de tener el dinero en el bolsillo pero este año mi hijo me encargó comprar un décimo y pensé: mira que como le toque a él y a mí no... y al final compré dos, uno para cada uno», confesó con la ilusión del niño que acaba de comenzar las vacaciones. Como Ángela, José Luis y su mujer también taparán agujeros con «un dinero que viene muy bien». Ambos compraron un décimo del 91917 para cada uno y, aunque ellos ya habían probado suerte en anteriores ocasiones, sí que era la primera vez que resultaban afortunados en el sorteo.

Sin embargo, no solo Aldea Moret ha repartido dinero y felicidad en la capital cacereña. También en la administración de lotería situada en el número 12 de la calle Gil Cordero se han vendido tres décimos del 60272, otro de los ocho quintos premios, y en el estanco Cava Colón --que se encuentra en la avenida Virgen de la Montaña-- su dueño, Jorge Sánchez Miñambres, ha vendido otro décimo por terminal del número 59444, correspondiente a uno de los cuartos premios dotado con 20.000 euros el décimo. Como curiosidad, cabe mencionar que se trata del segundo año consecutivo que Cava Colón reparte dinero, ya que el año pasado ya dio otro cuarto premio: el 71119.

Por último, también el negocio de hostelería El Montaito, que se halla junto al hospital San Pedro de Alcántara, ha vendido el número 60948 premiado con 200 euros, al resultar número agraciado con 1.000 euros de la pedrea y al coincidir con los dos últimos números del tercer premio que fue el 78748. También muy repartido, incluso entre municipios de la provincia, aseguraron miembros del staff del negocio de hostelería.

En definitiva, el Gordo no cayó en Cáceres pero los residentes de Aldea Moret y, sobre todo, muchos habitantes de Montánchez sí que se han llevado un pellizco.