El Ministerio de Fomento ha reducido en un 40% su ya de por sí escasa asignación programada para el corredor ferroviario extremeño de alta velocidad, dejando la cantidad total en 9,8 millones de euros para todo el trazado, lo que supone apenas el 0,8% de los 1.920 millones de euros en que está presupuestada la obra. Según la programación plurianual recogida en presupuestos anteriores, y que no supone un compromiso efectivo, aunque sí una declaración de intenciones, los dos tramos del AVE por Extremadura (Madrid-Cáceres-Mérida y Mérida-Badajoz) deberían haber contado en el 2004 con 16,3 millones de euros.

Sin embargo, lo cierto es que a la hora de plasmar esta voluntad en un compromiso presupuestario, el primero de los tramos ve incrementada su asignación en 5,3 millones de euros, mientras que el segundo la ve reducida de los 12 millones programados a apenas 200.000 euros.

PRIORIDAD A NAVALMORAL

Además, cabe señalar que el incremento de la partida referida al trazado entre Madrid y Mérida se sustenta en la concesión de 9,5 millones a la realización de los estudios y proyectos en el tramo entre Navalmoral de la Mata y Cáceres, cedido al organismo autónomo Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), creado para agilizar la ejecución de obras.

De este modo, y pese a que esta partida tampoco es excesivamente generosa , sí parece indicar que se está dando prioridad al tramo, quizá porque, pese a los reiterados anuncios, es el único tramo cuyo trazado está claro para Fomento, ya que no depende de lo que se acuerde con Portugal, puesto que sea cual sea la opción elegida para el Madrid-Lisboa, esta línea irá por Cáceres, Plasencia y Navalmoral para buscar la capital de España.

En cuanto al resto, la sensación es que no está previsto acelerar los trámites, que seguirán su lento camino habitual. Así, una vez elegidos los trazados, se tendrá que realizar un estudio ambiental del recorrido elegido, para luego sacar a concurso la elaboración de proyectos, hacer un nuevo estudio ambiental sobre éstos, sacarlos a licitación y finalmente, adjudicar las obras.

Todos estos procesos pueden llevar a que las primeras máquinas no empiecen a actuar hasta dentro de unos dos años.