CiU baja, pero se siente muy "orgullosa" y "satisfecha" tanto de su resultado, porque será "determinante" en Madrid, como de su mensaje, basado en el "sentido común".

Arropado por Jordi Pujol, Artur Mas y miembros de su candidatura, Duran admitió que CiU ha bajado tanto en votos como en escaños (ha pasado de 15 a 10), pero resaltó que la federación nacionalista ha conseguido mantenerse como segunda fuerza en Cataluña, por detrás del PSC, y como tercera en el mapa político español.

Pero sobre todo, Duran hizo hincapié en que CiU será "determinante políticamente" la próxima legislatura y utilizará esa fuerza "en defensa de su programa y de Cataluña", pero también de un determinado "estilo de hacer política", del que considera que la política española anda "muy necesitada".

Tras felicitar públicamente a José Luis Rodríguez Zapatero por su victoria, aseguró que hoy mismo llamará al secretario general del PSOE, pero también al candidato del PP, Mariano Rajoy, para exponer la vocación de CiU en la política española y su voluntad de ser un factor de "estabilidad".

ACTITUD MAS RECEPTIVA Mas abundó en esta cuestión y expresó su deseo de que el PSOE exhiba una actitud más receptiva que en épocas pasadas.

El candidato y secretario general de CiU dedicó sus primeras palabras a las víctimas de la masacre de Madrid, para las que pidió un aplauso en señal de solidaridad. Pero del recuerdo pasó de inmediato al combate político y reprochó al PSOE, a ERC a Iniciativa y, "muy especialmente al PP", su "reprobable" actuación durante la jornada de reflexión. "Los que de verdad sentimos el dolor por las víctimas, ayer el sábado no pudimos sentir más que vergüenza ajena y preocupación", sentenció Duran, que además apostilló: "Ayer por el sábado fue un día vergonzoso para la democracia".