El portavoz de la Junta y consejero de Economía, Manuel Amigo, indicó ayer que el Gobierno regional es partidario de que no se prolongue la autorización de funcionamiento de la central nuclear más allá del año 2010, postura en la que fue respaldado por los grupos ecologistas.

Ante el anuncio de las empresas propietarias de la central, que mostraron su intención de solicitar una nueva prórroga del permiso de explotación hasta el 2020, Amigo indicó que "la petición no es nada nuevo, pero los plazos ya están marcados y debe cumplirse la fecha".

El portavoz del Ejecutivo autonómico aseguró que si alguien pretende variar este plazo de autorización legal --distinto de la vida útil , ya que este último concepto carece de regulación legal y puede aludir a periodos variables de entre 25 y 40 años--, se deberán generar nuevas normas, "y eso habrá que debatirlo".

Por ello, insistió en que "hoy por hoy", Almaraz debe parar en el 2010, "y de momento, nuestro deseo es que no se vaya más allá", aunque aseguró entender la postura de los propietarios de la central y su intención de continuar con la explotación.

PROVOCACION En la misma línea, los colectivos ecologistas coinciden en que no se puede consentir que la vida de la central se prolongue, y tachan de "temeridad" y "provocación" el anuncio de los propietarios. Para Carlos Bravo, experto y responsable de Greenpeace en materia nuclear, la petición de las empresas propietarias "no significa nada más que una declaración de intenciones que no tiene por qué salir adelante".

Bravo asegura que se trata de una estrategia que están siguiendo las centrales en toda Europa, ya que la industria, "como sabe que no tiene perspectivas de futuro, trata de alargar la vida de las nucleares y se resisten a cerrar, incluso teniendo graves problemas de seguridad". Esta "estrategia", que también mantiene Almaraz, indica el experto de Greenpeace, es una "auténtica temeridad y un desatino. Es totalmente absurdo lo que dicen los propietarios y más con una central que tiene grandes problemas de seguridad que deberían llevar a su cierre".

Desde Adenex tildan de "provocación" el anuncio. "Es inadmisible que sabiendo cómo está la situación sigan insistiendo en prologar una industria que nadie quiere. Cuando en toda Europa se propicia el cierre de las centrales ellos quieren alargar la vida de Almaraz", señala el presidente del colectivo extremeño, José María González.

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