Ni la Dirección Provincial de Educación ni la propia consejería de la Junta de Extremadura valoraron ayer la actitud de la profesora de Lengua y Literatura y también directora de Secundaria del colegio San Calixto de Plasencia, que expulsó de clase la semana pasada a 18 alumnos por llevar pegatinas contra la guerra. Pese a la insistencia de este periódico por contactar con algún responsable de ambas administraciones, el silencio fue la única respuesta, que se suma así a la ausencia de explicaciones por parte de la profesora, que también han pedido los propios padres de los alumnos afectados.