El Consejo Escolar de Extremadura ha dado vía libre a un decreto, propuesto por la Consejería de Educación, en el que se marcará la obligación de que todo el material didáctico de la enseñanza obligatoria se mantenga durante, al menos, cuatro años. Según explicó el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Padres de Alumnos (Freapa), Rafael Delgado, --integrante del consejo--, la medida se articulará a través de dos tipos de registro, uno central, que gestionará la consejería, y otro en cada centro escolar.

Así, en el registro central se incluirán todos los textos editados que pasen los controles de calidad, adecuación pedagógica y que no contengan expresiones o consideraciones que puedan resultar sexistas, racistas, xenófobas u otras contrarias a los valores democráticos. De ese registro, cada centro, y según criterio de los profesores que impartan las distintas materias, elegirá los que se vayan a utilizar en el colegio o instituto.

Una vez escogido el texto, y obtenido el visto bueno del consejo escolar del centro, se comunicará a la consejería, para que compruebe que el libro está entre los autorizados. A partir de ahí, "el material didáctico a utilizar quedará inscrito con su fecha de autorización en el registro del colegio, lo que servirá para velar por el cumplimiento de la norma", explicó Delgado.

CON JUSTIFICACION Los libros aprobados no podrán variarse durante un mínimo de cuatro años, "a menos que se demuestre la imposibilidad absoluta de encontrar el material". Además, cuando un profesor pretenda cambiar el que afecte a su asignatura, tendrá que comunicarlo en durante el mes de junio, "para evitar que, con el tema de las interinidades, y la entrada de nuevos profesores, llegue alguno en septiembre y quiera implantar un material nuevo, lo que viene provocando grandes quebraderos de cabeza a los padres, que a veces tienen muchas dificultades para encontrar el libro que se les impone", indicó el dirigente de Freapa.

A juicio de Delgado, la obligación de mantener los materiales durante este periodo favorecerá el ahorro de las familias, "porque los libros de un hermano servirán para otro, y no como ahora, que cambian tres frases y al curso siguiente ya no sirven".

De este modo, la traumática vuelta al cole , que hace recaer sobre las economías domésticas un gasto medio de 330 euros por alumno, podría verse, siquiera parcialmente, aliviada del gasto en libros, apartado en el que se van entre 106 y 182 euros por niño, dependiendo de si estudia en Primaria o Secundaria.

CONCAPA NO LO VE CLARO Este planteamiento ha sido cuestionado desde la Confederación Católica de Padres de Alumnos de Extremadura (Concapa), cuyo secretario regional, Juan Santiago Garrido, indicó que "lo ideal sería que (los libros) valiesen de un año para otro, pero va a ser muy complicado".

Según el representante de Concapa, "el actual diseño de los libros hace difícil que puedan ser utilizados por varios niños, puesto que muchos textos y material didáctico están pensado para que el niño realice sus ejercicios en el propio libro, y no en un cuaderno, con lo que no servirían para otro curso".

En todo caso, Juan Santiago Garrido indicó que este problema podría resolverse obligando a las editoriales a que no incluyan en el material los cuadernos de actividades , pero, aún así, se daría otro inconveniente. "Los escolares, con el trajín que le dan a los libros, hacen que éstos queden en muchos casos inservibles de un año para otro o, como mucho, aguantan dos años, pero es muy difícil que estén cuatro años en condiciones de ser utilizados", manifestó.

En cualquier caso, esta medida ya ha sido instaurada en algunas comunidades autónomas.

Así, en Castilla-La Mancha, sólo se pueden cambiar cada año los libros de primero y segundo de Primaria, mientras que en los cursos tercero a sexto de este nivel, y en los cuatro de ESO, los materiales didácticos se mantienen como mínimo durante cuatro años.

De este modo, los alumnos, una vez superado los dos primeros cursos de Primaria, sólo estrenan libros una vez por ciclo. Este sistema fue implantado en la comunidad castellano-manchega hace ahora tres años.

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