La atención a la diversidad es una de las principales líneas de trabajo del IES San Martín de Talayuela. Este centro es un reflejo de la estructura social del municipio al que pertenece, ya que presenta un número muy significativo de alumnos inmigrantes en sus aulas. Más de un centenar de los cuatrocientos matriculados son de origen marroquí. En medio de un ambiente normal y relajado, chicos como Ahmed Boudlel y Fátima Meziane explican que se sienten muy a gusto en el instituto y que tienen amigos tanto marroquíes como españoles. "Todo depende de cómo es cada persona y no de su origen", asevera Tania Castaño, otra de las alumnas.

Pilar Ayuso, jefa de estudios adjunta, asegura que "la integración plena y efectiva es un objetivo aún por conseguir, pero que los avances en el ámbito de la convivencia ya se hacen notar". Este es el resultado de años de esfuerzo y de la implicación de todo el personal del instituto, tanto docente como administrativo. "Hemos conseguido inculcar un comportamiento de respeto aunque todavía queda mucho trabajo por hacer", añade Ayuso.

La barrera del idioma

Una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el profesorado es el desconocimiento de la lengua por parte de los alumnos inmigrantes. En este sentido, la existencia de un Aula de Adaptación Lingüística es un ejemplo de la flexibilidad del centro para satisfacer las necesidades de cada uno de sus estudiantes. "Para nosotros la diversidad representa una mayor carga de trabajo", afirma Antonio Fernández, profesor de inglés, que valora muy positivamente el reto docente que esta experiencia educativa implica.