La Administración norteamericana pidió explicaciones, en octubre pasado, al Gobierno de José María Aznar por las actividades económicas y empresariales de España en Irak. Para Washington, dichas actividades entraban en "contradicción importante" con las declaraciones políticas del Ejecutivo español, que "apoya la posición del Gobierno norteamericano en su contencioso con Irak".

Esta reprimenda consta en una nota confidencial del Ministerio de Asuntos Exteriores, a la que ha tenido acceso este periódico, en la que el subdirector general de Relaciones Económicas Multilaterales, Miguel Benzo, informa a sus superiores sobre un encuentro que ha mantenido con Martha Youh, consejera de la Oficina Económica de la Embajada de EEUU en Madrid.

"CON TODA CLARIDAD"

Según la nota, Youh manifestó "con toda claridad" que las autoridades norteamericanas habían "detectado" una "contradicción importante" entre las "declaraciones políticas de carácter general" del Gobierno español frente al régimen de Bagdad y "recientes iniciativas" económicas y empresariales.

Se citan en concreto sendos contratos firmados por Repsol y Cepsa un mes antes para comprar directamente crudo a Irak, así como la inminente participación de España en la Feria de Bagdad, a mediados de noviembre pasado. El Instituto de Comercio Exteriores (Icex), dependiente del Ministerio de Economía, prestó un apoyo muy activo a las 42 empresas españolas presentes.

Añade el subdirector de Exteriores que la consejera le dirigió tres preguntas "de forma muy directa": su "opinión e interpretación" de esos hechos, la "intervención de las autoridades españolas" en la decisión sobre importaciones de crudo por Repsol y Cepsa, y el nombre "órgano político español" que podía "clarificar" el asunto.

Benzo respondió que no le incumbía a él hacer interpretaciones. La valoración, añadió, correspondía al Comité de Sanciones de la ONU. Para más detalles, remitió a la consejera a "alguno de los colaboradores" del vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, o del secretario de Estado de Energía.

El encuentro de Youh y Benzo respondía al malestar de Washington ante la actitud de las más importantes multinaciones europeas, que acudieron en tromba a una invitación de Sadam Husein para firmar contratos de compra directa de crudo con Irak.

El régimen de Bagdad celebró ese acercamiento como un triunfo, mientras que la Casa Blanca llamaba a mantener la presión sobre el dictador iraquí. Era lo menos que podía esperar Bush de un aliado tan entusiasta como Aznar, que equiparaba a Sadam con Adolf Hitler.