Bagdad seguía libre ayer de tropas de EEUU. Todos los barrios de la periferia de la capital estaban bajo el control de las fuerzas iraquís. En los distritos del extrarradio como Yihad, Raduania, Al Amel, Hay Furat o Dora, que el sábado parecían a punto de caer en manos de las tropas invasoras, no había ayer ninguna presencia estadounidense, según comprobó personalmente el enviado especial de este diario en un recorrido en coche por todos esos barrios de la periferia.

El sábado, una columna de carros de combate Abrams y vehículos blindados recorrieron algunos de esos distritos de la capital, en una maniobra sorpresa a modo de mera misión de observación o de patrulla. Aunque luego se retiraron hacia las afueras, ese paseo de los blindados desató el temor entre la población a que el asalto a Bagdad fuera inminente. De ese recorrido, todavía quedaba ayer el rastro calcinado de camiones militares, baterías antiaéreas, carros blindados y posiciones artilleras iraquís, que los tanques estadounidenses habían ido destruyendo durante su incursión en Bagdad. Sin embargo, no todo les salió bien.

MUESTRAS DE JUBILO

Ayer, decenas de iraquís saltaban de júbilo sobre un tanque norteamericano carbonizado, en cuyo cañón aún se podía leer la expresión cojone , que probablemente fue escrita por algún marine de origen hispano. Ese blindado era uno de los cinco tanques que el sábado destruyeron en la autopista las fuerzas iraquís.