Para Extremadura, el mandato de Alvarez Cascos ha supuesto, al margen de las buenas relaciones personales con el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, no exentas de algún rifirrafe , un sustancial incremento de las inversiones del Ministerio de Fomento en la región, además de un impulso importante a infraestructuras fundamentales como la Autovía de la Plata o el tren de alta velocidad entre Madrid y Lisboa.

La mano de Alvarez-Cascos se ha notado, para bien, en Extremadura durante su mandato en Fomento, que abarca los presupuestos entre el 2001 y el 2004. Así, este periodo se cierra con una inversión de este ministerio que ronda los 760 millones de euros. Para este año, las actuaciones supondrán un total de 255 millones, un 20% más que en el 2003. Esta actuación contrasta con la escasez vivida con su predecesor, Rafael Arias Salgado: la inversión global de la legislatura no llegó a 210 millones de euros.

Desde posturas ideológicas muy distintas, Cascos e Ibarra han mantenido una relación más que cordial, que nació a raíz de la riada que sufrió Badajoz en 1997, cuando Cascos era vicepresidente del Gobierno. Esta amistad ha sobrevivido a avatares como la acusación de Ibarra al ministro, en 1998, señalándole como uno de los intregrantes de la conspiración político-periodística para echar a González del Gobierno, o el desplante en la invitación tardía a Ibarra para la inauguración del primer tramo de la Autovía de la Plata.

Cascos ha recibido multitud de críticas desde la región por la nula participación de empresas extremeñas en los grandes proyectos. El ministro se defendió apelando a la transparencia de los concursos y al hecho de que siempre se optaba por la mejor oferta. El caso es que en la obra más importante, la Autovía de la Plata, la presencia extremeña sólo se ha dado en la última adjudicación, la del costoso tramo Fuente de Cantos Sur-límite con Huelva, que ha entrado Carija.

Tras años de promesas incumplidas, la llegada del actual ministro a la cartera de Fomento supuso un compromiso más claro con la anhelada Autovía de la Plata, cuyo primer tramo se inauguraría al año de su llegada al ministerio. Se le ha criticado que la constructora OHL copara gran parte de la inversión. Hace dos meses Cascos protagonizaba otra gran noticia para Extremadura: el acuerdo con Portugal para que el AVE Madrid-Lisboa articule la región.

Una cuestión que deja el ministro sin enderezar es la que atañe a las inversiones en el aeropuerto extremeño, donde Fomento mantiene una extrema racanería: el presupuesto de los últimos ocho ejercicios no suma ni un millón de euros. También el tren convencional padece un creciente deterioro. En este último caso, algo parece que se mueve, al reparar la línea Aljucén-Badajoz y planificar actuaciones para mejorar el resto de la red regional.