El Gobierno de Angela Merkel da por hecho que entre el 60% y el 70% de la población en Alemania se infectará con el coronavirus. La epidemia es un hecho en Europa, asegura Berlín, que también puntualiza que la mayoría de infectados (alrededor de un 80%) muestra, de momento, síntomas leves o nulos. Las personas mayores y con enfermedades crónicas son los principales grupos de riesgo.

«El virus está aquí, eso tenemos que entenderlo todos. Nuestra decisiones políticas son el resultado de lo que dicen expertos y científicos», dijo Merkel, quien solo ofrece este tipo de comparencias ante periodistas en situaciones excepcionales.

El segundo mensaje que quiso enviar el Gobierno alemán es que su objetivo principal ahora mismo es ralentizar la expansión del virus. El ministro de sanidad federal, Jens Spahn, insistió nuevamente en su mensaje de los últimos días: para evitar que el sistema sanitario de Alemania se vea sobrecargado y saturado por la ola de infectados con síntomas leves o graves, lo importante es que la población entienda que tiene que asumir una responsabilidad individual: prescindir de viajes innecesarios y eventos masivos, lavarse las manos regular y concienzudamente, evitar dar la mano, no acudir al trabajo si aparecen síntomas y un largo etcétera.