"Aunque parezca mentira, la gente se preocupa por el medio ambiente". Así lo asegura Inés Gallego, responsable de la biogasolinera Paredes, ubicada en Valverde de Mérida.

Esta es una de las escasas estaciones de servicio de la región que ofertan biodiésel. Todas ellas venden el denominado B-20, es decir, una mezcla con un 20% de biocarburante y un 80% de diésel convencional. En cuanto al precio, varía un poco, céntimo arriba o céntimo abajo, y es muy similar al del diésel normal, aunque eso puede cambiar con la llegada de las primeras plantas de biodiésel. Y es que este producto es algo más barato en fábrica, pero al pagar el transporte se iguala con el diésel.

Inés Gallego, que aprovechó la desaparición de la gasolina súper para instalar un surtidor de biodiésel, reconoce que en un primer momento los usuarios tienen dudas "porque creen que les va a estropear el coche". Sin embargo, una vez que lo prueban "lo aceptan perfectamente, tiene una buena respuesta. Tanto que había quien se desplazaba hasta 15 kilómetros solo para poner biodiésel a su vehículo", aseguró.

Cara al futuro, esta profesional de las estaciones de servicio tiene claro que "dentro de muy poco el biodiésel será algo muy normal", como ya ocurre en otros países. "Es bueno para el medio ambiente y para la agricultura, lubrica más el motor, elimina la dependencia del petróleo... le veo ventajas por todas partes", añade convencida. Inés lo tiene claro: "Va a ser el carburante del futuro".

Valentín Guillén, de la biogasolinera Hermanos Guillén Montero, en Alange, asegura que a estas alturas ya vende tanto biodiésel como diésel. Aún así, reconoce que en el caso de Alange ha tenido mucho que ver "todo el tema de las centrales térmicas, que ha despertado la conciencia ecologista". "Y los que más responden son los conductores jóvenes", apostilla.

A su juicio la única manera de impulsar este sector es a través de iniciativas de la Administración central, que, por ejemplo, podría subvencionar los 200 euros que cuesta adaptar un coche para que pueda utilizar el biocombustible.