"La competencia entre el aeropuerto de Cáceres y el de Beja es clara. Y quien da primero, da dos veces". Antonio Campesino, catedrático de Análisis Urbano y Regional de la Uex, cree que el aeropuerto de Beja sí podría ser en un futuro un rival del Cáceres a la hora de atraer pasajeros y mercancías tanto del lado portugués como del español. Campesino, que en el 2007 dirigió un estudio sobre la ubicación idónea para el aeropuerto cacereño, apunta que el área de influencia de una infraestructura de estas características está alrededor de los trescientos kilómetros, por lo que buena parte del territorio extremeño quedaría incluida en la del aeródromo portugués.

Eso sí, este experto matiza que tanto en un caso como en otro será esencial saber qué servicios adicionales se ofrecen al viajero además de los meramente aeroportuarios. Por este motivo, destaca como punto clave el que alguno de ellos cuente con un sistema de transporte integrado, que permita una fácil conexión con la alta velocidad ferroviaria, autovías o estaciones de autobús. Las zonas de aparcamiento o los servicios de seguridad son otros elementos que, indica, pueden ayudar a decidir la balanza.

Campesino pone un ejemplo de cómo se pueden captar viajeros de una población distante incluso aunque esta última también tenga aeropuerto: "Hay personas que actualmente están viajando en AVE de Madrid a Valladolid por la mañana y cogiendo un vuelo de bajo coste a Londres y esa misma tarde están de vuelta. Y les compensa".